Tras casi mes y medio con el tope al gas en vigor, algunos consumidores eléctricos que tienen sus tarifas en el mercado libre se han encontrado con una sorpresa poco grata al recibir la factura de junio. Pese a que el Gobierno prometió una rebaja de la factura en un 15% (inicialmente fijada en un 30%), las comercializadoras han comenzado a incluir en las facturas el importe a pagar a las eléctricas como compensación por topar el gas, que sube las facturas una media de 30 euros.
Este ajuste se cobra en las facturas emitidas a partir del 15 de junio, cuando entró en vigor el Real Decreto 10/2022 que lo regula, con el fin de compensar la diferencia de precios entre los productores eléctricos y el mercado. La Información ha comprobado cómo las grandes empresas han incluido nuevos epígrafes con distintos nombres como "Tope precio del gas" o "Mecanismo de ajuste", pero muestran sustanciales diferencias en el cálculo aplicado para cobrarlo: mientras Endesa lo facturará mediante estimación -que regulará a posteriori-, otras como Iberdrola o Naturgy muestran un cálculo total y remiten a consultar el detalle del cobro.
Esta diferencia reside en la dificultad de calcularlo: se define con un día de adelanto, varia cada hora y depende del precio del gas en el mercado mayorista o la demanda de electricidad, entre otros factores. Son todos ellos los que, precisamente, han causado que el uso de gas en el mix energético se intensificase durante la segunda quincena de junio, debido a la ola de calor, la falta de viento y el incremento de la demanda por las altas temperaturas.
Aunque descienda el precio de mercado, la nueva compensación al gas se come la totalidad de la rebaja
Las consultas efectuadas por este periódico muestran cómo el ajuste por el tope al gas ronda un precio medio entre los 0,10 y 0,15€/kWh, que se paga en función del consumo efectuado. Una vivienda media en España consume unos 291 kWh al mes, lo que dejaría el precio del ajuste en unos 30€ más a pagar cada mes. El sector confía en que este importe descienda de forma progresiva hasta los cero euros, que esperan registrar en mayo de 2023.
Mientras tanto, el precio de la electricidad fijado por el mercado (conocido como 'pool'), ha reflejado un importante descenso, pasando de unos 283€/MWh de media en abril a anotar 170€ en julio, según datos de OMIE. Este descenso, en cambio, no es suficiente para compensar el nuevo ajuste insertado en las facturas, mermando aún más la capacidad económica de las familias.
Aunque el objetivo de la medida era que todos los consumidores pasasen de forma diferenciada la electricidad que se genera con gas, habrá quienes no tengan que pagarla. En el caso del mercado libre, sólo lo harán aquellos que tengan precio fijo y hayan renovado su tarifa después del 26 de abril de 2022. En el caso de quienes tienen su contrato de luz en el mercado regulado, el ajuste ya se incluye en el precio de cada día y hora, por lo que tampoco se reflejará en su factura.
La limitación de precios del gas para la generación eléctrica está fijada en 40 euros/MWh durante los seis primeros meses, y posteriormente, se incrementará cinco euros/MWh cada mes hasta la finalización de la medida, volviendo a unos 70€ durante la próxima primavera. Permitirá hacer frente al próximo invierno, cuando se prevé un mayor incremento en los precios, y combatir el actual precio de referencia en el mercado europeo, que supera los 100€/MWh.
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