El Canal de Panamá, nueva frontera en la guerra comercial entre EEUU y China

Fotografía del Canal de Panamá
Fotografía del Canal de Panamá
EFE

La imposición de aranceles por valor de 200.000 millones de dólares decretado por la Administración Trump para los productos chinos desató este viernes la volatilidad en los mercados, y generó más incertidumbre sobre las consecuencias de dicha medida.

Se trata de la penúltima consecuencia de la guerra comercial emprendida por Washington contra Pekín, mientras en los últimos meses el expansionismo del Gigante Asiático no ha dejado de cosechar éxitos por los acuerdos firmados para su iniciativa "Belt and Road". Y si el capítulo de los aranceles toma hoy los titulares, la lucha por el control del Canal de Panamá parece ser la próxima competición del 'tirasoga' entre Trump y Xi Jinping

Las urnas dieron la victoria este 5 de mayo a Laurentino 'Nito' Cortizo, en las presidenciales de Panamá. Con una campaña electoral basada en un duro discurso contra la corrupción, los analistas consideran que existe un aspecto del que poco a nada se ha dicho a los votantes y resultará clave para el futuro del país: los crecientes lazos con China, debido a la estrategia emprendida por el anterior Ejecutivo de Juan Carlos Varela.

Resulta pertinente recordar que, en una sorprendente decisión, Varela rompió las relaciones diplomáticas con Taiwan en junio de 2017, como primer paso de su acercamiento a China, gracias al que ha cosechado ingentes inversiones del gigante asiático. Los proyectos para ejecutar grandes infraestructuras y un cercano acuerdo de libre comercio permitiría a Panamá maximizar su potencial como 'hub' regional fundamental para el comercio, la logística y la producción. Un salto adelante descomunal para un país de apenas 4 millones de habitantes, con el que pasar página al escándalo de los 'Panama Papers', que dañó de manera considerable su consolidada industria de servicios financieros.

Estados Unidos se ha despistado, y necesita poner más atención sobre América Central, ya que "cuando ellos no están prestando atención, algún otro hace avances", señalaba el propio Cortizo en entrevista con Reuters el mismo día de las elecciones.

La gira de Xi Jinping

La última gira de Xi Jinping por América Latina y el Caribe se ha cerrado con acuerdos de Pekín con 19 gobiernos de la región, que han firmado oficialmente su acceso al ambicioso plan de infraestructuras 'Belt and Road', pero el choque de trenes entre China y Estados Unidos se prevé que tenga lugar en Panamá.

Carlos Guevara Mann, profesor asociado de ciencias políticas en el campus panameño de la Florida State University, señalaba recientemente a Foreign Policy que "se ha puesto a Panamá en el medio de la mayor rivalidad geopolítica del mundo: la guerra comercial entre EEUU y China. Y Nadie tiene un plan". Claro que su afirmación no parece correcta, si valoramos la estrategia de ambos contendientes: Xi Jinping sí tiene un plan, y lo está ejecutando a marchas forzadas.

En estos dos años desde que establecieron relaciones, China y Panamá han firmado más de 30 acuerdos bilaterales, y en diciembre de 2018 Xi se convirtió en el primer líder chino en visitar el país. Lo hizo acompañado de toda una cohorte de directivos de empresas de construcción, telecomunicaciones y financieras.

La huella estadounidense

Desde 1903 a 1979, la zona circundante del canal fue casi un estado no asociado de EEUU, con docenas de viviendas e instalaciones militares diseminadas en torno a esta crucial infraestructura. Después de la Segunda Guerra Mundial la importancia desde el punto de la defensa decayó, y en 1977 los gobiernos de ambos países acordaron la devolución total del control del Canal en 1999.

Los lazos creados durante tantos años entre Washington y Panamá han beneficiado a los habitantes del pequeño país, y más con la llegada de su nuevo papel de epicentro de comercio mundial con una baja regulación, la creación de compañías 'offshore' y el desembarco de bancos internacionales, algo propiciado por uso del dólar americano en el país y sus consiguientes buenas relaciones con la banca de EEUU.

Pero el escándalo de los 'Panama Papers' que saltó en abril de 2016 fue el pistoletazo de salida para el desembarco de China, después de que 70 entidades financieras rompieran sus lazos con el país.

El Canal de Panamá, cuya neutralidad y propiedad pública está blindada por la Constitución, fue ampliado en 2016, gracias al contrato otorgado a un consorcio liderado por Sacyr, en un proyecto que terminó costando la mareante cifra de 11.000 millones de dólares. Pero el plan de China es tender la mano al gobierno panameño, que necesita una nueva estrategia logística que ayude a captar producción de valor añadido.

El Ejecutivo de Varela diseñó un plan para desarrollar grandes zonas para instalación de plantas de ensamblaje en zonas 'free trade' , la mejora de las instalaciones portuarias y nueva carretera y conexión ferroviaria para la conexión con América Central. Para las autoridades estadounidenses, el rol que China podría tener en esas instalaciones e infraestructuras pone en peligro la neutralidad de las mismas, su elemento más crítico.

Toca esperar a ver qué estrategia adopta Laurentino 'Nito' Cortizo cuando se haga cargo de las riendas del Gobierno, y si mantiene abiertas de par en par las puertas al dinero del Gigante Asiático, o da un giro radical para mantener los lazos con el 'Amigo americano'.

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