El candidato brasileño a la OMC ve caminos alternativos para lograr Doha

  • Roberto Azevedo, candidato brasileño a dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC) considera que la manera de relanzar las negociaciones de la estancada Ronda de Doha pasa por modificar tanto el objetivo como la senda para alcanzarlo.

Marta Hurtado

Davos (Suiza), 25 ene.- Roberto Azevedo, candidato brasileño a dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC) considera que la manera de relanzar las negociaciones de la estancada Ronda de Doha pasa por modificar tanto el objetivo como la senda para alcanzarlo.

"Hay diferencias insuperables entre los miembros si lo que estamos intentando es seguir un determinado objetivo. Si modificamos ese objetivo, tal vez esas diferencias sean superadas", dijo hoy Azevedo en una entrevista a Efe en el marco del Foro Económico de Davos (Suiza), donde se encuentra promocionando su candidatura.

"A veces se pueden conseguir cosas muy parecidas por caminos diferentes. Y esos caminos son lo que yo tengo que explorar con los miembros (en caso de que sea elegido). Pero sí, hay caminos alternativos", agregó.

Azevedo rehusó detallar cuáles serían esas sendas no exploradas, argumentando que se desactivarían al ser expresadas.

"En el momento que yo los explicite, esos caminos se volverán inviables inmediatamente", señaló.

Añadió que, "en las negociaciones comerciales, el proceso es tan importante como la sustancia".

La Ronda de Doha comenzó en la ciudad homónima en noviembre de 2001, pero está estancada desde julio de 2008, tras el fracaso de unas intensas negociaciones que no consiguieron aunar posturas para concluir un acuerdo para liberalizar el comercio mundial.

Desde entonces el proceso ha vivido en un "impasse", según las palabras del aspirante brasileño, que "ha dañado la imagen de la institución porque la gente tiende a equiparar las negociaciones con la OMC".

"Las negociaciones son el pilar esencial para que el sistema avance", aseveró.

Diplomático de carrera y embajador ante la OMC desde 2008, Azevedo fue el último candidato en presentarse al puesto que ha ocupado en los últimos ocho años el francés Pascal Lamy, quien abandonará el cargo el próximo 31 de agosto.

Se le anticiparon ocho personas (seis hombres y dos mujeres), entre ellas siete que han sido o son ministros de Comercio de su país, posición que Azevedo no ha alcanzado, lo que no le parece un impedimento.

En su opinión, "ninguno de los otros candidatos ha estado en el centro del sistema multilateral de comercio durante 15 años ininterrumpidos. Eso es un capital enorme".

"Yo tengo la capacidad de conversar con todos los miembros de forma abierta porque tengo su confianza. Tengo la capacidad que necesita un director general de identificar el problema y saber proponer soluciones que sean innovadoras, significativas y factibles, y eso se consigue con experiencia", resaltó.

Preguntado sobre cómo desencallar en la práctica el proceso y qué ha aprendido de sus conversaciones con el resto de miembros durante este proceso de campaña, el diplomático brasileño se mostró convencido de que "todos los países quieren avanzar, el problema es cómo".

Concuerda con el resto de que en la próxima reunión ministerial, el próximo diciembre en Bali, debe aprobarse alguna parte del "paquete total", que dé confianza e impulso para seguir progresando.

"El paquetito es importante, pero no es suficiente. Además, corremos el riesgo de pulverizar las disciplinas. Lo esencial es avanzar con la negociación total", indicó.

Para ello, considera que antes de la pausa del verano boreal el "paquetito" debería estar listo para ser ultimado en los dos meses restantes antes del encuentro de Bali con la ayuda o no del nuevo director general, que asumirá sus funciones el 1 de septiembre.

"El nuevo director general deberá darse cuenta si su intromisión será beneficiosa o perniciosa", afirmó.

De ser elegido, liderará el proceso; de no serlo, intentará abandonar la OMC, y confesó: "Si depende de mí, no me quedaré mucho tiempo".

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