El cierre de las nucleares alemanas supone una “oportunidad” para españa, a través de las interconexiones


El presidente de Red Eléctrica de España, Luis Atienza, afirmó este martes que el cierre de las centrales nucleares en Alemania, junto al retraso que previsiblemente experimentará la nuclear en Europa tras el accidente de Japón, entraña una oportunidad para el sistema eléctrico Español, que podrá exportar su energía a través de las interconexiones.
Así lo afirmó, en declaraciones a la prensa, tras participar en el IX Encuentro del Sector Energético, organizado por IESE Business School y PWC. Según Atienza, las interconexiones son una oportunidad para un sistema eléctrico sobredimensionado (mucha potencia instalada para cubrir una demanda que no es alta), como es el español. “El margen de cobertura en Europa probablemente va a estrecharse; desde ese punto de vista, cuanta más capacidad de interconexión tengamos, más podremos compensar la potencia de respaldo a las renovables”. “Nuestra potencia térmica encontrará así nuevas oportunidades en Europa”, dijo.
Más aún teniendo en cuenta que el parque de generación se utilizará (según sus previsiones) al 30% en 2020 (dada la volatilidad de las renovables, que requieren de energía de respaldo) y que la demanda eléctrica crecerá en torno a un 2% hasta esa fecha. No obstante, la demanda de 2011 presenta un “encefalograma bastante plano”, dijo.
En su ponencia, Atienza sostuvo que la interconexión con Francia (que para 2020 será posible a través de los Pirineos y del golfo de Vizcaya) se trata de una inversión muy rentable, ya que “reduce nuestras inversiones de respaldo a medio y largo plazo”, además de ofrecer “oportunidades adicionales, tal y como va la cosa nuclear en Europa”.
Desde su punto de vista, los retos del sistema eléctrico español de aquí a 2020 son la monitorización (“el operador del sistema ha de tener conocimiento del comportamiento de la producción de las renovables, de enorme volatilidad; sin ese conocimiento tendrá que dotarse de más reservas, lo que cuesta dinero a todos”); y las interconexiones (en su opinión, son las inversiones prioritarias para el sistema eléctrico español).
A su juicio, es preciso que los interese globales se antepongan a los locales y nacionales en materia energética, para poder gestionar los flujos de energía en Europa, dada la alta variabilidad de las fuentes renovables. También estimó necesario asegurar los mecanismos de retribución en Europa, de modo que sean posibles las cuantiosas inversiones que requieren las interconexiones.
Por su parte, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, defendió en su intervención que el gas natural, “siendo un combustible fósil, tiene tanta menos emisión de CO2 con respecto al petróleo y al carbón, que probablemente somos una buena herramienta de transición entre la vieja economía y la de futuro, basada en las renovables”. “El gas natural es un combustible fósil más limpio”, dijo y, de hecho, es la “pareja de hecho” de las renovables, añadió.
Llardén consideró que, en el rápido desarrollo que han tenido las renovables, “quizá no se ha sido consciente de que su presencia masiva requiere de un ‘back up’, un ‘ejército de reserva’, pero no para intervenir una vez al año, sino casi todos los días”.
“Cualquier preocupación sobre el cambio climático y la descarbonización ha de llevar a que el gas natural puede y debe jugar un papel importante”, afirmó Llardén.
“Un megavatio renovable ha de tener un megavatio de potencia de reserva”, añadió. Algo que “no se ha ligado en ningún país. Hemos hecho grandes autopistas y no hemos visto que tienen que entrar en las ciudades”, dijo.
Este es, en su opinión, el problema con la implantación de las renovables: “no se ha sido consciente de que conllevaban la implantación de otra energía”, concluyó.
Por su parte, el consejero delegado de HC Energía, Joao Manso, apostó por “favorecer a las renovables maduras”. A su juicio, estas deben seguir siendo apoyadas. Por el contrario, en las no maduras es necesario “se mucho más cauto”.
A este respecto valoró que “muchas veces es mejor no ser el primero de la clase”.
El presidente de E.On España e Italia, Miguel Antoñanzas, explicó que la integración de los mercados energéticos no se está produciendo con la rapidez necesaria, como tampoco los necesarios refuerzos de las interconexiones.
Antoñanzas abogó por coordinar en el mix energético la introducción importante y continuada de las renovables, pero manteniendo todas las fuentes de generación convencional, centrándose en las más flexibles, capaces de dar respaldo a las renovables.
A su juicio debería apostarse principalmente por las políticas de reducción de emisiones y gases que tengan menos coste –esto es, que sean más competitivas-. Así, incidió en la necesidad de mirar el coste real de las renovables en la política energética (que implica primas, mantenimiento de la generación convencional, desarrollo de las redes de distribución y transporte y desarrollo de las interconexiones internacionales). “Si no se tiene todo esto en cuenta, el sistema de generación estará sobredimensionado para nuestras necesidades nacionales y no será competitivo en Europa”, apuntó.

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