El consejo de Casino contrario a la fusión de CDB con Carrefour-Brasil

  • Todos los administradores del grupo francés Casino, salvo el brasileño Abilio Diniz, se pronunciaron hoy contra el proyecto promovido por éste para fusionar la Compañía Brasileña de Distribución (CDB) -que controla el Grupo Pan de Azúcar (GPA)- con la filial brasileña del gigante francés de la distribución Carrefour.

París, 12 jul.- Todos los administradores del grupo francés Casino, salvo el brasileño Abilio Diniz, se pronunciaron hoy contra el proyecto promovido por éste para fusionar la Compañía Brasileña de Distribución (CDB) -que controla el Grupo Pan de Azúcar (GPA)- con la filial brasileña del gigante francés de la distribución Carrefour.

Casino, accionista al 43 % de GPA, explicó en un comunicado que los miembros de su consejo, a excepción de Diniz, consideran esa fusión "contraria" a sus intereses y a los de su filial brasileña, y reafirmó la que ha sido su estrategia en Brasil en los últimos doce años.

Además la calificaron de "hostil e ilegal" y encargaron a su presidente, Jean-Charles Naouri, que haga valer esa posición "por todos los medios necesarios", también en el consejo de administración de Wilkes, el consorcio de control de GPA en el que está junto a CBD, presidido por Diniz.

Las razones para ese rechazo son en primer lugar que la operación "se basa en una visión estratégica errónea" para Pan de Azúcar porque doblaría su facturación en el segmento de los hipermercados que en otras zonas geográficas está perdiendo terreno, porque entrar en el capital de Carrefour es una inversión "arriesgada" y porque al ser esa participación minoritaria no le permitiría controlar su desarrollo internacional.

Además, las sinergias anunciadas por efecto de la fusión "están fuertemente sobrevaloradas" (en torno al 3,2 % del volumen de negocios combinado de 2010), entre otras cosas porque habría que realizar cesiones y costes "sustanciales".

En la misma línea los riesgos son "elevados" porque daría lugar a una "concentración excesiva" en Sao Paulo y Río de Janeiro, porque las dos redes que se pretenden unir "están en competencia frontal y por tanto son poco complementarias", pero también porque habría que hacer "cesiones de activos significativos inevitables y no tenidas en cuenta".

La inmensa mayoría del consejo de Casino considera que las condiciones financieras de la operación conducirían a "una disolución masiva e injustificable" de los actuales accionistas de GPA a un precio inferior al del mercado y al valor que le dan los analistas.

GPA pasaría de ser una empresa operativa a "un consorcio de participaciones no controladas que sufriría una fuerte depreciación".

El plan de fusión, revelado el pasado 28 de junio, plantea la unión de los dos mayores grupos de distribución brasileños, GPA y Carrefour Brasil respectivamente, para crear un gigante valorado en unos 30.000 millones de euros.

Para Casino, esa operación que le convertiría en la práctica en accionista minoritario de su principal rival, Carrefour, y le haría perder el control a medio plazo de GPA, supone una violación de los acuerdos que había establecido con la familia Diniz.

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