Fráncfort (Alemania), 28 jun.- El consejo de supervisión del fabricante automovilístico alemán Opel, propiedad de General Motors, aprobó hoy el plan de saneamiento de la compañía presentado por el consejo delegado, Karl-Friedrich Stracke.
La deficitaria Opel debe recuperarse con inversiones en nuevos productos, costes más bajos y el crecimiento en nuevos mercados.
La reducción de costes se producirá a través de la alianza con el consorcio automovilístico francés PSA Peugeot Citroën.
"El plan aceptado hoy allana el camino para un futuro fuerte de Opel", dijo el presidente del consejo de vigilancia, Stephen Girsky.
El plan no prevé cierre de fábricas o recortes de personal, pese a que Opel tiene un exceso de capacidades.
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