El consenso catalán se ciñe a una cumbre sin sustentarse en pactos concretos

Barcelona.- Tripartito y oposición han avalado en el Parlament la propuesta del presidente catalán de celebrar una cumbre anticrisis con agentes sociales, pero no han cerrado ningún acuerdo concreto en un debate en el que, en un gesto de buena voluntad, CiU, PP y C's se han abstenido en el resto de medidas del tripartito.

La vía catalana nace así con los pies de barro tras un pleno extraordinario de más de 13 horas sobre la crisis económica y, eso sí, deja una puerta abierta a que en el futuro sea posible consensuar medidas tangibles en el marco del Acuerdo Estratégico.

Según fuentes del gobierno catalán consultadas por Efe, la idea es concretar la semana que viene la fecha de la cumbre, que el presidente catalán quiere que sea lo antes posible, en las próximas semanas.

El tripartito catalán también ha mostrado en el pleno su buena voluntad en aras del consenso al apoyar dos medidas propuestas por CiU y una del PPC.

Y es que, a pocos meses de las elecciones autonómicas, previstas para otoño, ningún partido ha querido dar la imagen de que se negaba a intentar un pacto catalán para atajar la crisis.

En el marco de este consenso general para celebrar una cumbre en el marco del Acuerdo Estratégico, los partidos de la mayoría gubernamental han sacado adelante el razonamiento de que "Cataluña, por su relevancia económica, tiene una gran responsabilidad para hacer aportaciones y propuestas de cambios y de reformas en todos los frentes institucionales y políticos, desde el consenso y la acción conjunta de sus fuerzas políticas y con planteamientos y acciones compartidas".

Aunque el presidente catalán ha rechazado el frente común en Madrid solicitado por CiU, formaciones como ERC han dado importancia a este compromiso de acción concertada, que sólo ha sido avalada por el tripartito, ya que la oposición se ha abstenido.

El tripartito quiere que la Generalitat haga valer en el conjunto del Estado "el modelo catalán de relaciones económicas y sociales, y las acciones llevadas a cabo para mejorar la competitividad y la productividad de nuestra economía, así como las necesarias reformas estatales".

En este sentido, el Parlament ha instado a la Generalitat a que traslade al Gobierno central una agenda de medidas y reformas, una batería de 12 propuestas genéricas en que reclama al Estado, entre otras cuestiones, austeridad en el gasto público, la mejora de la financiación empresarial y el acceso al crédito, la reducción de trámites y la facilidad para la creación de empresas, y las "necesarias reformas" en el contexto de las relaciones laborales.

También se pide al Estado una reforma del mercado energético y que mantenga sus compromisos de inversión pública en infraestructuras en cumplimiento de lo previsto en el Estatut.

Al margen del aval a esta cumbre conjunta entre el Govern, los partidos y los agentes sociales, el consenso entre el tripartito y la oposición se ha limitado a tres puntos concretos.

El tripartito ha avalado una propuesta de CiU que pide el "cumplimiento estricto" a la disposición adicional tercera del Estatut, de forma que no haya "recortes presupuestarios del ministerio de Fomento" que afecten a las inversiones en infraestructuras catalanas.

También los grupos del PSC, ERC e ICV-EUiA han aceptado la petición de CiU de que se presente inmediatamente "el plan de investigación e innovación 2010-2013" y que éste incluya compromisos presupuestarios detallados.

Por otra parte, el tripartito apoyado una resolución del PPC para que el Govern impulse con las entidades financieras "nuevas fórmulas de mejora de la liquidez y acceso al crédito de las empresas, los autónomos y los profesionales", medida apoyada también por CiU con la abstención del grupo mixto.

Sin embargo, no ha sido posible un acuerdo entre gobierno y oposición para rebajar el plazo de pago de las administraciones públicas.

El tripartito ha usado su mayoría para aprobar un compromiso genérico de reducir ese plazo a los 60 días -actualmente la morosidad de la administración catalana se sitúa en 89 días-.

Carles Escolà y Javier Díaz