El consumo no levanta cabeza y amenaza los objetivos de déficit del Estado

  • A mitad de camino, el Estado aún puede asegurar que cumplirá con su objetivo de déficit para final de año. Entre enero y junio, el agujero de las cuentas públicas era de 24.132 millones de euros, un 19% menos que hace un año y el equivalente a un 2,21% del PIB. Sin embargo, el consumo no termina de levantar cabeza y puede teñir de oscuro las cifras durante el segundo semestre.
López Carbajo espera la "máxima colaboración" de las CC.AA. en el próximo Consejo de Política Fiscal
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Álex Medina R.

Cada vez que alguien proclama "todo va bien... de momento" es imposible no quedarse con la sensación de que no todo va tan bien como asegura la primera parte de la frase. Y las cuentas españolas, de las que ya se conocen los datos del primer semestre, van razonablemente según lo previsto... de momento.

"Podemos cumplir", asegura el secretario de Estado de Hacienda, Juan Manuel López Carbajo, quien ha presentado la ejecución presupuestaria de la Administración central hasta el mes de junio y quien ha admitido que el consumo no termina de responder como debe. Los españoles no gastan (porque no hay dinero) y los ingresos públicos se resienten en consecuencia.

Los resultados de los ingresos por IVA, que empiezan a moderarse según pasa el efecto de la subida de tipos de julio de 2010, y muy particularmente los de los impuestos especiales, que caen en bloque, se han convertido en las primeras bengalas de advertencia.

"Hay margen", reiteran desde el Ministerio ante la pregunta de si España podrá cerrar con un déficit equivalente al 6% del Producto Interior Bruto a final de año, tal y como se ha comprometido ante la Unión Europea y cuyo cumplimiento ha sido elevado a categoría de innegociable por parte de los inversores internacionales.   

¿Cómo de grande es el margen? En los primeros seis meses del año, el Estado acabó con un déficit de 24.132 millones de euros, lo que supone un 2,21% del PIB. También es una cifra un 18,9% menor a lo que acarreaba el país hace un año en el mismo periodo.

Dicho así, que en junio haya un 2,21% de números rojos podría instalarse en la idea de que nos mantenemos en rumbo, puesto que la Administración central debería terminar el año con una tasa del 4,8% (los ajustes hasta el 6% del conjunto de las administraciones se completaría con los déficits de autonomías y entes locales y un ligero superávit de la Seguridad Social).

Hasta aquí bien, pese a que, como recordó el propio López Carbajo, analizar las cuentas con los datos de enero a junio es algo prematuro.

No obstante, lo que no es nada prematuro es que la ejecución empieza a deteriorarse. El aumento de los ingresos por impuestos del 4,2% en el primer semestre es indudablemente menos intenso que el 5,9% de crecimiento que se dio entre enero y mayo.

En general, todas las recaudaciones están sufirendo desgaste. El cansancio más llamativo es el de los ingresos por el IVA. Después de cinco meses con aumentos de dos dígitos, el acumulado del primer semestre ya refleja un alza del 9,4% respecto al mismo periodo de 2010.

En total, se ha ingresado por este concepto 26.774 millones de euros, de los que el Gobierno calcula que unos 2.900 son consecuencia de la subida aplicada el año pasado. En los seis meses ya cerrados los incrementos de ingresos por este tributo habían sido muy elevados porque se estaban compando con meses de 2010 en los que no se habían subido aún los tipos.

A partir de julio, que ya se enfrentará a julio de 2010, el primer mes de aplicación, el peso positivo del IVA ya no será tan efectivo. Y, tal y como se está comportando el consumo en general, no es la mejor de las noticias.

Menos tabaco y menos coche

Porque ninguno de los principales impuestos especiales levanta cabeza. Todos, exceptuando el de electricidad, acumulan descensos. En el global, el recorte es de un 4% y si miramos a los más importantes (hidrocarburos y tabaco) los descensos son del 5,1% y el 3,6% , respectivamente.

Ambos han tenido su razón para caer. El tributo que grava los combustibles mezcla menores consumos generalizados con la medida del límite de los 110 kilómetros por hora, que afectó a la recaudación durante los meses que estuvo en vigor.

El tabaco, por su parte, lleva sufriendo recortes en las ventas en torno al 20% desde que comenzó el año, a lo que se sumó las rebajas radicales de precios que aplicaron las tabaqueras entre mayo y junio. ¿El resultado? Un agujero de 150 millones en medio año en una partida a la que Economía había fiado una mejora importante de sus ingresos.

Hasta junio, el Estado habría recaudado 3.563 millones por las labores del tabaco. El objetivo para todo el año era casi del triple, más de 9.000 millones.

De todos modos, el Ministerio que dirige Elena Salgado, se aferra a la esperanza:"Vamos bien", insisten una y otra vez.

"De momento", se ven obligados a puntualizar en cada ocasión.

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