Más productos en la cesta de la compra y más caros. El mercado de gran consumo experimentó en 2017 un doble alza que le hizo crecer un 3,7%, hasta los 79.800 millones de euros, la mejor cifra de los últimos nueve años y que sitúa la confianza del consumidor en niveles precrisis.
Los datos los proporciona este martes el informe anual de la consultora Nielsen, que ha analizado una cesta de la compra cada vez más cargada de alimentos frescos, saludables y de conveniencia, de un coste superior.
El pescado, lo más caro
La subida de precios quedó patente sobre todo en los productos frescos, que se encarecieron en conjunto un 2,8%. A pesar de ello, una tercera parte de la cesta de la compra de los españoles fue fruta, verdura, carne, pescado, pan o huevos. Y eso que todos ellos costaron de media más que doce meses atrás, aunque fue el pescado el que más se encareció, un 5,8%, razón por la que los españoles redujeron su consumo un 5,4%. Y es que ante la perspectiva de un pescado fresco más caro, los consumidores dirigieron sus miradas a la sección de congelados.
En producto envasado el aumento fue más significativo en volumen que en valor, lo que refleja una tendencia del consumidor a optar por platos preparados y refrigerados, a lo que se suma el mayor consumo de bebidas, asociado a las altas temperaturas.
"Las noticias son buenas, el consumo en hostelería ha crecido y eso no ha mermado el gasto en supermercados e hipermercados", ha explicado en declaraciones a los periodistas el director de Nielsen para España y Portugal, Gustavo Núñez.
Desde la consultora hablan ya de un "superconsumer sapiens" que ha heredado de la crisis una "hipersensibilidad" hacia el precio que no ha abandonado, en parte por que pese a la mejora de los índices macroeconómicos y el paro, "la masa salarial hoy es un 8 % inferior a la de 2008".
A todo ello se suma una mayor demanda a los fabricantes para reducir la sal, las grasas, el azúcar o ingredientes como el aceite de palma en sus formulaciones.
Consumidor sénior
Entre los retos del sector, existe margen a la hora de adaptar la oferta al cada vez mayor número de consumidores sénior, que demandan formatos más reducidos, etiquetas más claras, promociones en productos que no sean de carga y recetas más saludables, sin olvidar la asistencia en tienda para ayudarle con su compra y servicio de entrega a domicilio.
Cultura de bar
No solo el consumo en casa crece, la hostelería también cerró 2017 con un incremento del 5,7%, gracias a las buenas temperaturas, a la mayor confianza del consumidor y al empuje del turismo, con cifras récord. No obstante, el mayor consumo se produce en horas diurnas, y es que el consumo nocturno sigue de capa caída, de hecho en la última década el número de locales se redujo en un 30%.
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