Los analistas pronosticaban un crecimiento al mismo ritmo que en el periodo anterior (+0,4%). En relación al mismo trimestre del año anterior el PIB registró un alza de 1,6%.
Esta ralentización se debe principalmente, según un análisis del banco Société Générale, al control de capitales en Grecia impuesto a fines de junio, en plenas negociaciones dentro del club de la moneda única para evitar la implosión del euro con la salida de uno de sus miembros.
Grecia pactó con sus socios un tercer rescate financiero de 86.000 millones de euros, a cambio de rígidas reformas y ajustes. La situación, según el banco francés, habría costado a la zona euro un 0,1% de expansión de trimestre a trimestre.
En tanto, el PIB de Grecia pasó de un crecimiento de +0,4% en el segundo trimestre a una caída de -0,5% en el tercero.
La expansión del PIB en el tercer trimestre se mantiene probablemente por al consumo interno en zona euro, según los analistas.
"Una caída en el desempleo probablemente haya aumentado los ingresos disponibles, apoyando así el consumo", consideró Peter Vanden Houte, del banco ING señalando que a sus ojos se trata del principal elemento que sostuvo el crecimiento. Eurostat debe aún publicar los componentes de este periodo.
España, cuarta economía de la moneda única, sigue denotando el mayor dinamismo de la región con un crecimiento de 0,8% para el trimestre en cuestión, aunque menor que en el periodo anterior cuando registró 1,0% de expansión.
En relación al mismo trimestre del año anterior, el PIB de España registró un alza de 3,4%.
La expansión para la cuarta economía se explica, según el Société Générale, por la demanda doméstica, favorecida asimismo por el bajo precio del petróleo --que continúa favoreciendo al resto de la zona euro-- una mejoría en las condiciones financieras, las bajas en los impuestos y una recuperación en el mercado laboral.
Sin embargo "el crecimiento en España alcanzó su pico máximo y es probable que se desacelere aún más en el cuarto trimestre (0,5% de trimestre a trimestre). Para 2016 el peligro de una caída existe dado el repunte esperado de la inflación que roerá los ingresos disponibles reales", estima el banco francés.
Alemania, primera economía del bloque, registró un alza de 0,3% en el tercer trimestre, frente al 0,4% del periodo anterior, como se esperaba. Esta ralentización podría ser consecuencia de la debilidad de los países emergentes, importantes mercados para Alemania que mirá con ansiedad el freno en el crecimiento, en particular de China.
Francia, segunda economía del bloque, logró finalmente volver al crecimiento en el tercer trimestre (+0,3%), tras un estancamiento (0%) en el periodo anterior.
"Salimos de este muy largo periodo de crecimiento extremadamente débil (...) y entramos en una nueva fase", se ufanó el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin.
En Italia, el crecimiento fue menor al esperado, +0,2%, inferior a los anteriores (+0,4% en el primer trimestre, + 0,3% en el segundo).
pa/me
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