El diésel suma su sexta semana subiendo y marca máximos en cinco meses

  • Por su parte, el precio del litro de gasolina, tras el ligero repunte de la semana pasada, ha vuelto a registrar una caída.
El diesel sube por sexta semana seguida
El diesel sube por sexta semana seguida
E.P

El precio del gasóleo ha encadenado esta semana su sexta subida consecutiva, tras encarecerse un 0,08%, situándose en máximos de los últimos cinco meses.

En concreto, el precio medio del litro de gasóleo se ha situado esta semana en los 1,108 euros, su nivel más alto desde la primera semana de mayo, según datos recogidos por Europa Press a partir del Boletín Petrolero de la Unión Europea.

Por su parte, el precio del litro de gasolina, tras el ligero repunte de la semana pasada, ha vuelto a registrar una caída (-0,41%), para situarse en los 1,206 euros.

Con respecto a principios de año, el precio del gasóleo es un 1,61% más barato en la actualidad, mientras que el de la gasolina es un 2,51% inferior.

Con los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros supone para el consumidor un coste de 60,94 euros si elige el gasóleo y de 66,33 euros si opta por la gasolina súper de 95 octanos.

Estos precios de carburantes se producen en un entorno al alza en los precios del crudo, que lo llevaron a casi tocar los 60 dólares. Aunque la semana pasada comenzaron a relajarse, este vuelven a subir ligeramente, con el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizando a 56,51 dólares, y el Texas americano cambiándose a 50,78 dólares.

Precios en la UE

La gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,342 euros y 1,388 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,222 euros en la media de la UE y 1,219 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.

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