El empleo de la industria catalana paga los 'platos rotos' de la inestabilidad

Imagen de unas instalaciones de Nissan en Barcelona. / Nissan
Imagen de unas instalaciones de Nissan en Barcelona. / Nissan

El ritmo de destrucción de empleo en la industria catalana se ha acelerado, ya que más de 5.000 trabajadores se han visto afectados por expedientes colectivos en lo que va de año, su peor registro en 4 años, mientras que se han disparado las causas por despidos en los juzgados.

El goteo de anuncios de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que afectan a la industria se ha hecho casi continuo en los últimos meses: Prysmian (300 despidos), TE Connectivity (94), Luxiona (52), Amplifon-GAES, Bayer Hispania (75), el matadero SADA, Huayi Compressor (164), Amplifon-Gaes (82) y Calsonic Kansei (63) son algunos de estos casos.

En la primera mitad del año destacó el ajuste presentado por la automovilística Nissan, que supone la salida de 600 personas de sus centros de Zona Franca y Montcada i Reixac, en Barcelona, mediante prejubilaciones y bajas incentivadas.

A estos anuncios habría que sumar la decisión de la multinacional alemana Continental, que fabrica componentes para la automoción, de dejar en el aire el futuro de la planta que tiene en Rubí (Barcelona), con lo que corren peligro otros 760 empleos.

La firma ha comunicado que se replantea sus planes para la planta, especializada en componentes para coches de combustión, en el marco de su estrategia global de apuesta por el vehículo eléctrico, lo que la llevará a recortar unos 5.000 empleos en todo el mundo. El sector de la automoción y el químico son los que están recibiendo el mayor impacto, extremo que preocupa especialmente a las administraciones y los sindicatos, ya que son ámbitos de alto valor añadido, que exportan y con aceptables niveles salariales.

Las estadísticas de la Generalitat hablan de un repunte de los ERE hasta septiembre, de manera que los expedientes aprobados eran ya 311, 9 más que en todo el 2018, antes de producirse el último goteo.

Un estudio reciente de la Cámara de Comercio de Barcelona (Cambra) sobre los 8 primeros meses del año apuntaba también a un crecimiento del 124 % de los trabajadores afectados por ERE. Este organismo calcula que el año se podría cerrar con unos 5.000 despidos, un 51 % más que en 2018 y el peor registro en cuatro años. Esta cifra es la que barajan también, a la baja, los sindicatos CCOO y UGT, según las fuentes consultadas por Efe.

En paralelo a la evolución de los ERE, las causas por despidos en los juzgados de lo social de Cataluña también se han incrementado y en los tres primeros trimestres se han disparado un 13,76 %, frente al 3,75 % que subieron en 2018.

La cifra fue facilitada esta semana en comisión parlamentaria por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, que alertó también de que los concursos de acreedores ascienden ya este 2019 a 1.543, con lo que el año se cerrará con un aumento cercano al 50 %.

Por último, los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA) señalan que la industria catalana destruyó 15.200 empleos de septiembre de 2018 al mismo mes de 2019, de los que 14.200 habían desaparecido en el tercer trimestre de este año. La inestabilidad política por los extensos períodos electorales en España y la falta de presupuestos, tanto del Govern como del Gobierno central, dificulta la búsqueda de soluciones para frenar la tendencia a la destrucción de empleo, según denuncian los sindicatos.

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