El estancamiento del PIB francés en enero-marzo preludio de un 2014 discreto

  • El estancamiento de la economía francesa en el primer trimestre, confirmado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), augura un difícil cumplimiento para el conjunto de 2014 de la ya de por sí discreta previsión del Gobierno, que espera un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1 %.

París, 27 jun.- El estancamiento de la economía francesa en el primer trimestre, confirmado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), augura un difícil cumplimiento para el conjunto de 2014 de la ya de por sí discreta previsión del Gobierno, que espera un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1 %.

El INSEE indicó en un comunicado que la actividad entre enero y marzo detuvo la ligera progresión del 0,2 % que se había constatado en los tres últimos meses de 2013 a causa, sobre todo, del retroceso del consumo privado.

Los gastos de los consumidores, que habían aumentado un 0,2 % en el cuarto trimestre del pasado año, disminuyeron un 0,5 % en el primero de 2014.

Teniendo en cuenta que la inversión de las empresas no financieras también bajó un 0,8 %, al final entre enero y marzo la demanda interna -excluidas las variaciones de existencias- tuvo un efecto recesivo sobre el PIB de cuatro décimas.

A eso hay que añadir el impacto negativo de una décima del comercio exterior, por el efecto combinado de una aceleración de las importaciones (progresaron un 1 % tras haberlo hecho un 0,5 % en el trimestre precedente) y de una ralentización en el ascenso de las exportaciones (0,6 % tras el 1,5 %).

El elemento positivo que compensó los dos factores precedentes fue la variación de existencias de las empresas, que aportó cinco décimas de PIB.

El poder adquisitivo de la población francesa mejoró en los tres primeros meses del año, con un alza del 1,3 % del ingreso disponible bruto, consecuencia de una reducción de los impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio, unida a un incremento de la masa salarial del 0,5 %.

Teniendo en cuenta el descenso del consumo, el alza del poder adquisitivo se tradujo en una elevación de la tasa de ahorro de los particulares, que pasó del 14,7 % entre octubre y diciembre al 15,9 % entre enero y marzo.

Los márgenes de las empresas no financieras ascendieron 0,5 puntos porcentuales hasta el 30 %, en la que fue la mayor subida trimestral desde comienzos de 2010.

El déficit de las administraciones públicas en el primer trimestre fue del 4,4 % del PIB, dos décimas por encima del constatado en el cuarto trimestre de 2013.

La economía francesa, a diferencia de buena parte de otros países de la zona euro, escapó de la recesión el pasado año pese al estancamiento del primer trimestre y a la caída del 0,1 % en el tercero. Finalmente, la expansión se quedó en un tímido 0,4 %, como en 2012.

Pero si Francia evidenció una mayor resistencia que otros socios de la moneda única en las fases más duras de la crisis, en la recuperación se está mostrando menos reactiva.

En su informe trimestral de coyuntura publicado el martes, el propio INSEE anticipaba que el PIB en el conjunto de 2014 sólo subirá un 0,7 %, por debajo del 1 % que el Gobierno del presidente socialista François Hollande se obstina en mantener contra la inmensa mayoría de analistas.

Hollande, que desde el comienzo de su mandato en mayo de 2012 se ha fijado como principal objetivo el empleo -en 2013 fracasó en su meta de invertir la tendencia creciente del paro-, recibió ayer un nuevo revés con las cifras del mercado de trabajo.

El Ministerio de Trabajo anunció que el paro subió en Francia en 24.800 personas en mayo, un 0,7 % más que en el mes anterior, lo que situó el número de demandantes de empleo en una cifra récord de 3,388 millones.

El primer ministro, Manuel Valls, admitió que es un dato "malo" y el titular de Trabajo, François Rebsamen, confía ahora en que el ascenso del desempleo no sea pronunciado este ejercicio y que la política de disminución masiva de las cotizaciones de las empresas tenga un efecto marcado sobre la creación de puestos de trabajo en 2015.

El INSEE estima que durante este año la tasa de paro va a subir una décima hasta el 10,2 % de la población activa.

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