El ex juez Carlos Bueren decide también adelantar su jubilación del sector público

  • El Poder Judicial acepta la solicitud del que fuera instructor de la causa de los GAL y hoy socio de Uría Menéndez para anticipar dos años su retiro
Carlos Bueren
Carlos Bueren

La oleada de jubilaciones anticipadas en el ámbito de la Función Pública, azuzada en buena medida por la inminente entrada en vigor del Factor de Sostenibilidad y su eventual impacto negativo sobre las percepciones futuras de los empleados públicos, cuenta desde este jueves con un nombre ilustre, el del ex magistrado de la Audiencia Nacional y actual socio emérito del Bufete Uría Menéndez, Carlos Bueren.

El Boletín Oficial del Estado acaba de publicar el acuerdo de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial por el que se acepta la solicitud de jubilación voluntaria del magistrado, en excedencia voluntaria de la Carrera Judicial desde el año 1996. El retiro de Bueren, "con los derechos pasivos que le correspondan por este causa", según recoge el Boletín Oficial, surtirá efecto desde el día 1 de marzo de 2018, lo que significa su abandono de la Carrera Judicial a la edad de los 68 años, dos antes de la edad forzosa de jubilación fijada para los magistrados.

Según la normativa reguladora del Régimen Clases Pasivas, Bueren no podrá percibir la prestación de jubilación que le corresponda en tanto continúe con sus actividades retribuidas en el sector privado, aunque en determinadas circunstancias ambas se podría compatibilizar. El régimen también le permite complementar los derechos pasivos generados durante sus años en la Carrera Judicial con las cotizaciones derivadas de sus más de 20 años de ejercicio de la abogacía en el sector privado.

El juez del 'caso Gal'

Carlos Bueren fue uno de los primeros jueces españoles en alcanzar un cierto estatus de relevancia mediática. Entre su nombramiento en 1986 como magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional hasta su repentino abandono de la Carrera Judicial una década después, el juez Bueren se encargó de la instrucción de algunos de los casos más controvertidos de la época como el 'Caso Lasa Zabala', detonante de la causa judicial contra los GAL; el Caso Sokoa,  que sirvió para desarticular una de la piezas clave de la estructura logística de la banda terrorista ETA; la investigación de los secuestros de los empresarios Julio Iglesias Zamora y Emiliano Revilla; o la causa contra los altos cargos del caso del aceite de colza, además de numerosas investigaciones judiciales contra redes de narcotráfico.

En el año 1996, siendo considerado como objetivo prioritario por la banda terrorista ETA y en medio de un ambiente de elevada tensión política y social por los hallazgos en la investigación de la causa contra los GAL, Carlos Bueren anunció su abandono voluntario de la Carrera Judicial para incorporarse al despacho en el que actualmente trabaja como socio emérito: Uría Menéndez. Algunas crónicas periodísticas atribuyeron su salida a las discrepancias con el que entonces era su segundo y que después se convirtió en el célebre titular del Juzgado número 1 de la Audiencia Nacional: Baltasar Garzón.

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