El final de 'Juego de Tronos' cuesta 90 millones... y cada episodio, como 'Roma'

  • La serie de HBO afronta su despedida con el mayor presupuesto por cada capítulo de la historia de la  televisión y con récord de espectadores. 
Juego de Tronos
Juego de Tronos
HBO

A principios de agosto del año 2017, cuando la temporada 7 de 'Juego de Tronos' llevaba emitidos apenas tres episodios, ya había logrado congregar ante una pantalla (en sus múltiples formatos) a más espectadores de lo que pudo atraer hasta un cine la película más vista de los últimos diez años (el episodio VII de 'Star Wars'): en torno a 80 millones de personas en todo su recorrido por las salas americanas.

Para traer a escena una comparación más cercana, el número total de espectadores de salas de cine en España en todo el año 2018 (según datos oficiales del Ministerio de Educación y Cultura) fue de 97,7 millones. Frente a españoles y americanos cinéfilos, cada episodio de la serie más mediática y poderosa de la historia fue capaz de atraer a un mínimo de 30 millones de personas en los días siguientes a su estreno, según datos publicados por 'The New York Times'.

Ahora, a todos los calificativos que rodean a 'Juego de Tronos' hay que sumarle uno que hasta su temporada 8 de despedida no ha logrado atrapar entre sus fauces: ya es también la más cara en su producción. Localizaciones espectaculares (y españolas), efectos especiales de última generación y actores consagrados tienen un precio. Según ha estimado 'Variety', el presupuesto conjunto de los seis episodios (de una duración aproximada de una hora cada uno) asciende a 90 millones de dólares. Es decir, la media por episodio se dispara a 15 millones, hasta un 50% más de la reina absoluta hasta el momento: los 10 por entrega de 'The Crown', de Netflix.

Como en esto de las cifras absolutas es fácil perderse, quizá sea útil volver a las comparaciones con el cine. Aquel episodio VII de 'Star Wars' costó alrededor de 300 millones de dólares, con lo que el gasto por minuto es bastante superior todavía en la pantalla grande. También es cierto que ese dispendio la sitúa entre las cinco más caras de la historia. Puesto que lo normal son gastos más modestos también en cine. Por ejemplo, la ganadora al Oscar a mejor película de este año, 'Green Book', no costó ni 30 millones y la omnipresente 'Roma', solo 15. Tres y seis veces menos que la temporada del adiós de 'Juego de Tronos'.

Volviendo a la batalla entre los dragones y el biopic de Isabel II, la gran diferencia entre ambas es que la segunda suma temporadas a razón de diez episodios cada una, por lo que, en conjunto, ganaría la partida 'en bruto'. Por detrás de las dos, en cualquier caso, se situaría la tercera en liza, 'Stranger things' (también de Netflix), que invirtió 8 millones en cada episodio de los nueve que formaron su segunda entrega después de haberse gastado seis millones por unidad en la temporada de estreno.

Este aumento anual significativo en los costes ha sido más espectacular si cabe en 'Juego de Tronos' (como todo en esta serie). Allá por la primera temporada, la media por episodio se situaba en torno a los 6 millones de euros y el famoso 'Blackwater', aquella aparatosa narración de una batalla naval de la segunda, hizo historia al suponer 8 millones de una tacada, según Business Insider.

Pues bien, ahora con ese dinero apenas se cubriría la mitad de uno de los episodios de la octava y última temporada. Aunque el incremento de costes compensa y mucho... por lo menos, en el caso de 'Juego de Tronos'. El resto tiembla desde hace tiempo: los productores y 'majors' dudan que la guerra de las cifras sea sostenible en el medio plazo. Los inversores, más todavía. Reed Hastings, el jefazo de Netflix, redobló su apuesta por gasto y más gasto, con expansiones a Asia y a golpe de catálogo propio mientras que la deuda escala a pasos gigantescos. 

En la estrategia de Netflix también se esconde la necesidad de pertrecharse ante el aterrizaje inminente de otras plataformas de 'streaming' este mismo año de la mano de Disney o de Timewarner, que no solo serán sus competidores directos sino que les arrebatarán un pellizco de su oferta actual (Disney tiene sus películas de siempre y todo el universo Marvel o el de 'Star wars', hasta ahora presentes en las pantallas de Netflix).

Por una cosa o por otra, las grandes cadenas no escatiman en gastos desde hace años en esta edad dorada de la televisión. Todo por la audiencia. En apenas cinco años, la media de coste por capítulo de una serie de las destacadas casi se ha duplicado, desde unos 3 millones a más de 6. También en las comedias de media hora, que se han elevado de 1,5 a 3 por entrega. En estas últimas, y a diferencia de la producción pura o los efectos especiales de 'Juego de Tronos', el principal foco de gasto viene para pagar a los actores (tampoco son baratas las estrellas de Poniente). Lo que se abona al resto del equipo también se ha encarecido, según varios estudios, aunque ya se sabe que guionistas, escritores, técnicos o creativos siempre son el lado más asumible de una nómina en el mundo del espectáculo. 

¿Y de verdad la audiencia lo justifica todo? En 'Juego de Tronos', sin duda. Según las estadísticas de Nielsen, la serie de fantasía nació con una modesta base de espectadores: en la primera temporada apenas congregaba a 2,5 millones de personas por episodio.

A partir de ahí, como los mismos dragones de la historia, los resultados han echado a volar y se han fortalecido con el paso de los años. Ninguna otra serie, ni siquiera 'Perdidos', 'Los Soprano' o 'El Ala Oeste de la Casa Blanca', han logrado ya no solo mejorar poco a poco sino vencer a la decadencia en sus últimas temporadas; lograron subir en las primeras temporadas, pero a medida que avanzaban las tramas perdían adeptos y podían terminar casi con la mitad de lo que llegaron a sumar en sus máximos (por lo general en la segunda o tercera se encumbraba).

No así con 'Juego de Tronos' que ha multiplicado por diez sus audiencias y que espera romper otro récord más a partir del 14 de abril (15 de abril en España). Así que si solo es por su impacto en audiencias merece la pena triplicar el presupuesto de producción: ahora, cada capítulo logra dos espectadores por dólar gastado (30 millones frente a 15). Al corto plazo del visionado en directo o en días posteriores.

Otro debate imposible lo aporta el largo plazo, los revisionados, los adeptos que se suman poco a poco (o mucho a mucho)... o la variable del pirateo: según la web de análisis contra descargas ilegales Muso, el primer episodio de la séptima temporada fue descargado 90 millones de veces... una vez más, solo en los días inmediatos al estreno por cable o streaming. Sea como sea, y aunque no dejen ingresos directos, son aficionados que pueden comprar cualquier taza o camiseta de Invernalia. O hablar de la serie en redes sociales y convertirse en 'medios' publicitarios gratuitos que sigan engordando la avalancha de ascendencia mediática. Batallas todas ellas donde 'Juego de Tronos' sí lleva años sentada cómodamente en el trono. 

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