El flanco sindical se revuelve contra el Gobierno para forzar cambios laborales

  • CCOO y UGT anuncian un proceso de movilizaciones que culminará el 8 de marzo en una jornada de paros con reivindicaciones feministas.
Unai Sordo y Pepe Álvarez
Unai Sordo y Pepe Álvarez
APIE - Archivo

Se acabó la tregua al Gobierno. El flanco sindical se revuelve contra Pedro Sánchez en el inicio del año nuevo, después de siete meses de conversaciones sobre posibles cambios en la legislación laboral. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, y el de UGT, Pepe Álvarez, han iniciado este martes un proceso de movilización que culminará el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con paros laborales de dos horas por turno con la posibilidad de que en algunos sectores, "por sus particularidades y reivindicaciones", el paro sea de 24 horas.

En un encuentro con los medios, ambos representantes sindicales han asegurado que este proceso de movilización se llevará a cabo en tres frentes: en la negociación colectiva, sobre todo en aquellos sectores donde todavía no se han alcanzado los 14.000 euros anuales de salario mínimo de convenio; en el diálogo social con el Gobierno respecto a las reformas laborales y de pensiones, y en el ámbito de la igualdad.

En concreto, este proceso de movilización tendrá un punto de inflexión el 8 de febrero con un "gran acto sindical unitario" en el que reunirán a 10.000 sindicalistas de ambas formaciones. Este acto, según Sordo y Álvarez, no deja de ser un primer paso en un proceso en el que "si no hay respuesta del Gobierno, habrá movilización". "Queremos que el Gobierno y los actores económicos sepan que no vamos a esperar a que se acabe la legislatura para abordar esta situación", ha apuntado Álvarez.

Esta campaña de movilizaciones culminará el 8 de marzo, "en una jornada de lucha y de huelga en la que confluirán con el movimiento feminista en la exigencia de mayor determinación, valentía y recursos para hacer frente a las brechas de género y a la violencia contra las mujeres".

La primera respuesta la han encontrado los sindicatos en boca del ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, quien ha expresado la "sensibilidad" y "comprensión" de su Gobierno con el movimiento obrero. En este sentido, Ábalos ha asegurado que, en siete meses, el Ejecutivo socialista ha dado "pasos muy relevantes en la agenda de reivindicaciones sindicales" y ha enumerado algunas medidas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la revalorización de las pensiones, las mejoras para los autónomos... que ha querido "poner en valor".

No obstante, el ministro ha reconocido que quedan cuestiones por modificar de la reforma laboral de 2012, a las que se comprometieron con los sindicatos, y a las que "no renunciamos", ha dicho, para recordar después que estos cambios requieren unos trámites parlamentarios para los que, en estos momentos, no han logrado el consenso. "Debemos encontrar la mayoría suficiente que permita la reforma de la reforma laboral", ha expresado Ábalos.

"Vamos a tensionar la negociación colectiva, vamos a intentar llevar todos los aspectos aprobados en el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) a los convenios y vamos a decirle al Gobierno que ponga encima de la mesa la modificación sustancial de la reforma de pensiones y de la reforma laboral", han apuntado los representantes sindicales en rueda de prensa.

Sordo ha afirmado que las organizaciones sindicales están "en el fragor de la batalla". Así, ha insistido en que el Gobierno debe concretar medidas y buscar mayorías, porque eso será "lo que les dé la foto definitiva de valoración que harán de la legislatura de este Gobierno". "Hasta ahora hemos visto al Gobierno mucho más dedicado a juguetear con anuncios que en concretar", ha afirmado.

Pero Pepe Álvarez exige al Gobierno que "tire adelante" con las materias negociadas y emplazan a que la CEOE "no tenga derecho de veto". Así lo ha apuntado en rueda de prensa, tras insistir en que el Ejecutivo debe poner "negro sobre blanco" las cosas que se han venido hablando y que se han cerrado en el marco del diálogo social. "Me parece que desde el Gobierno tienen que pasar de la frase fácil a lo que es un poco más complejo, que es el BOE", ha apuntado el líder de UGT.

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