El FMI será el "capataz" que exigirá cumplir las promesas fiscales en Europa

  • Washington.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) aclaró hoy que los países que accedan a la ayuda de estabilización anunciada por la Unión Europea tendrán que aceptar un programa de ajuste fiscal supervisado por la entidad.

El FMI será el "capataz" que exigirá cumplir las promesas fiscales en Europa
El FMI será el "capataz" que exigirá cumplir las promesas fiscales en Europa

Washington.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) aclaró hoy que los países que accedan a la ayuda de estabilización anunciada por la Unión Europea tendrán que aceptar un programa de ajuste fiscal supervisado por la entidad.

Para remediar la falta de disciplina presupuestaria de los miembros de la zona euro, los líderes europeos han colocado al organismo al timón del nuevo fondo, para el cual podrían movilizar 750.000 millones de euros (unos 955.000 millones de dólares).

"El uso de este mecanismo estará asociado con un programa del FMI, que seguirá en términos básicos el modelo del de Grecia", dijo hoy John Lipsky, el "número dos" de la entidad, en un encuentro con la prensa en su oficina.

Cualquier nación que sea azotada por los mercados y se vea con dificultades para obtener dinero a unas tasas asequibles tendrá que firmar un acuerdo crediticio con el FMI, tras lo cual recibirá ayuda de Europa y la entidad.

En ese pacto se marcarán metas de reducción del déficit y reformas estructurales que el país deberá cumplir para obtener los préstamos de forma gradual.

Ese fue el patrón establecido con Grecia, cuyo Gobierno se ha comprometido a un paquete de medidas muy duras, que incluye elevar los impuestos y recortar el gasto público para bajar el déficit del 13,6% del Producto Interno Bruto (PIB) del 2009 al 2,6% en el 2014.

Atenas ha prometido además liberalizar su mercado laboral y abrir a la competencia a sectores protegidos de la economía, medidas que el FMI también ha recomendado a España, por ejemplo.

El organismo ya había expresado su disposición a prestar recursos a los Gobiernos europeos que lo necesitaran. Lo que el acuerdo alcanzado hoy en Bruselas hace es establecer un mecanismo para su cooperación con Europa y poner dinero sobre la mesa.

Durante los largos meses de negociación del programa con Grecia, los líderes europeos sopesaron ayudar al país sin colaboración del FMI, por la señal que enviaba de que Europa era incapaz de resolver sus propios problemas.

"Hace tan solo unas semanas había serias dudas sobre el papel que el FMI tendría en los países de la zona euro. Ahora eso ha sido clarificado", dijo Lipsky, que tildó ese rol de "central y clave".

Con su anuncio este lunes, los ministros de la Unión Europea han dicho que están listos a asistir a Portugal, España o cualquier otra nación que se encuentre contra la pared, pero que a cambio los Gobiernos tendrán que cumplir las condiciones del Fondo.

El director del Departamento Europeo en el FMI, Marek Belka, adelantó hoy en Bruselas que es necesario un endurecimiento de la "disciplina" en el viejo continente.

"El plan aprobado por la Unión Europea (UE) tiene potencial para calmar a los mercados, por el momento. Pero no lo consideren una panacea para los problemas europeos. Esto es una especie de morfina que estabiliza al enfermo. Pero todavía se necesita una verdadera cura para el paciente", dijo.

"Si vamos a usar una analogía de droga, yo prefiero llamarlo un esteroide", afirmó Lipsky posteriormente en Washington.

Por mucho estímulo que el plan dé, el economista estadounidense advirtió que por sí solo no resolverá los problemas europeos y señaló que es necesario un ajuste presupuestario adicional en muchos países, incluidos Portugal y España.

Precisamente una delegación de expertos del FMI iniciará esta semana en Madrid un análisis de la política del Gobierno, como parte de la revisión anual de la economía española.

Las primas de riesgo de los bonos españoles subieron la semana pasada a su mayor nivel desde la introducción del euro, lo que llevó al Gobierno a prometer el domingo que enjugará los números rojos en 15.000 millones de euros adicionales este año y el siguiente.

Hoy la rentabilidad del bono español a 10 años cayó en medio punto porcentual, hasta el 3,9%, como consecuencia del anuncio de la creación del fondo europeo y por la compra de deuda pública por parte de los bancos centrales, otra medida acordada de madrugada.

Lipsky insistió en que la entidad no sostiene actualmente negociaciones con España, Portugal u otro país de la Unión Europea sobre un programa de créditos.

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