El G20 se esfuerza en inspirar confianza pese a los problemas de China

  • Los ministros y gobernadores de bancos centrales del G20 se esforzaban este sábado en inspirar confianza en la economía mundial, pese a la alarma que suscita en muchas economías emergentes la ralentización de China.

Los representantes de las 20 mayores economías del globo, reunidos en Ankara desde el viernes, también analizaban las consecuencias de un esperado aumento de los tipos de interés en Estados Unidos.

Ese aumento de tasas, cercanas a cero desde fines de 2008 para estimular la mayor economía mundial, podría ocurrir este mismo mes, y se teme que provoque una importante retirada de capitales de economías emergentes en dificultades como son Brasil y Rusia.

La situación de China provocó fuertes turbulencias en las bolsas de todo el mundo desde mediados de agosto, después de que las autoridades devaluaran el yuan.

La decisión se interpretó como un síntoma claro de las dificultades a las que se enfrenta la segunda economía del planeta, que también han contribuido a la baja generalizada de los precios de las materias primas.

Fuentes cercanas a las conversaciones dijeron a la AFP que es muy improbable que se mencione explícitamente a China en el comunicado final, que ha de publicarse este mismo sábado.

En cualquier caso, el secretario estadounidense del Tesoro, Jacob Lew, no se privó de hacerle una dura advertencia a su homólogo chino Lou Jiwei.

Lew le pidió concretamente mejorar la comunicación de su política económica y sobre todo abstenerse de una "devaluación competitiva" del yuan para estimular un comercio exterior chino en plena contracción.

"Sería muy malo para la economía mundial que nos metamos en una lógica de devaluación competitiva", abundó un alto funcionario del Tesoro estadounidense en declaraciones a la prensa, añadiendo que el asunto será mencionado en el comunicado final.

El responsable dijo que hubo "discusiones en detalle" sobre la cuestión, y que los 20 están de acuerdo en que "una devaluación competitiva es una amenaza que debe ser alejada".

El otro gran tema de preocupación es la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense, que podría subir sus tasas de interés este mismo mes.

Numerosos economistas sostienen que la actual fortaleza de la economía norteamericana justifica una subida de las tasas.

Sin embargo, esta decisión podría llevar a muchos inversores a retirar sus capitales de economías emergentes ya de por sí en dificultades, para recolocarlos en otros mercados que ofrezcan un mejor rendimiento.

Es lo que temen países como Rusia y Brasil, ambos en recesión.

Otra economía emergente en apuros es precisamente la anfitriona Turquía, a la espera de las legislativas anticipadas del 1 de noviembre para formar un gobierno estable.

La lira turca alcanzó el viernes un nuevo mínimo histórico respecto al billete verde, a más de tres unidades por dólar.

El Instituto de Finanza Internacional (IIF por sus siglas en inglés), dijo que las recientes caídas observadas en las bolsas y las divisas de varios países emergentes "han alcanzado dimensiones propias de una crisis".

E incluso si la Fed postergara la esperada subida de tasas a fines de año, "se trataría apenas de un alivio a corto plazo", añade el IIF.

Un funcionario que participa en las conversaciones dijo que el comunicado será "realista".

Por otro lado, una fuente cercana a las negociaciones explicó que ha habido ciertas diferencias en cuanto al tono del comunicado.

Washington quería un comunicado optimista, pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha mostrado más prudente. Y algunos países emergentes ni siquiera desean que se hable de "recuperación" de la economía mundial, según esa fuente.

El alto funcionario del Tesoro norteamericano saludó las señales de un crecimiento más robusto en Europa, aunque según él "sería bueno que Europa creciera con más fuerza".

El G20 también conversó sobre la crisis migratoria en Europa, después de que la foto de un niño sirio de tres años ahogado en una playa turca diera la vuelta al mundo.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, comentó en la reunión que una migración "bien gestionada" puede reportar beneficios a las economías desarrolladas.

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