Bruselas, 4 oct.- Varios miembros del Gobierno de Bélgica mantienen esta noche una reunión de urgencia para analizar la crisis del banco franco-belga Dexia y debatir posibles soluciones, entre las que prima la creación de un "banco malo" donde separar los "activos tóxicos" de la entidad.
El Consejo de Ministros restringido comenzó a las 18:00 GMT en las oficinas del primer ministro en funciones, Yves Leterme, sin que se haya avanzado cuándo podría terminar.
Leterme decidió convocar la reunión ante el agravamiento de la crisis de la entidad, que hoy cayó un 22 % en la bolsa de Bruselas (más otro 10 % el lunes) después de que su consejo de administración diera a entender la pasada noche que podría vender activos para recuperar su liquidez.
Los medios belgas, basándose en filtraciones de origen oficial, insisten en que se estudia la creación de un "banco malo" en el que separar los activos tóxicos de la entidad, que podrían totalizar unos 100.000 millones de euros.
Dexia, que pasó con buena nota las pruebas de resistencia de la banca europea divulgadas en julio pasado, anunció solo un mes después unas pérdidas de 4.000 millones de euros durante el segundo trimestre del año.
El Banco Nacional de Bélgica (BNB) intentó tranquilizar a los pequeños ahorradores al afirmar que el dinero depositado en Dexia "está perfectamente seguro" y que "no hay razón para que los clientes saquen su dinero".
En la misma línea, el presidente del comité de dirección de Dexia Bélgica, Jos Clijsters, insistió en que "el dinero de los clientes de Dexia está en seguridad total".
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