Oviedo, 8 nov.- El consejero de Economía y Empleo del Principado, Graciano Torre, ha declarado hoy que ve "realmente complicado" la venta de la factoría de Suzuki en Gijón, y ha evitado generar "demasiadas esperanzas" sobre esa posibilidad.
De esta forma salía al paso de la decisión de la marca japonesa de cerrar esta planta, anunciada esta misma semana.
"Algunas de las otras empresas japonesas que deslocalizaron en España en la zona de Cataluña han encontrado quien les comprara su planta y puesto otro tipo de actividad".
Torre ha incidido en que la competitividad de las empresas "no puede pasar por la tercermundialización de los salarios y de las condiciones laborales", debe de hacerlo por una "contención salarial en función de la cuenta de pérdidas y ganancias, y de la situación de la empresa pero fundamentalmente por la búsqueda de mercados y el uso de tecnologías de última generación, por muchos factores".
Por su parte, Suzuki está dispuesta a vender la factoría por un euro si se garantiza el mantenimiento del empleo, posibilidad que sindicatos y Gobierno del Principado consideran prácticamente inalcanzable.
En los grupos de la oposición, el senador de IU por Asturias, Jesús Iglesias, solicitará por escrito al Gobierno central que "aclare" si va a realizar alguna gestión para evitar que Suzuki cierre su planta de Gijón.
La pregunta incluye si esta empresa ha tenido acceso a las ayudas a la competitividad del Ministerio de Industria en 2011 y 2012, así como su cuantía.
Para el parlamentario, el anuncio hecho por la multinacional nipona de abandonar su actividad en Asturias, precisa una respuesta "clara" de la Administración central y de la autonómica.
"El Gobierno de España no puede permanecer ajeno a la situación industrial que se está viviendo en Asturias", apunta Iglesias.
En la polémica han terciado los sindicatos y los secretarios generales de UGT, CCOO y USO en Asturias, Justo Rodríguez Braga, Antonio Pino y Francisco Baragaño, respectivamente, han acusado hoy a la patronal metalúrgica asturiana Femetal de "deslealtad institucional" por intentar responsabilizar a los sindicatos de este cierre.
Rodríguez Braga ha dicho que el posicionamiento de Femetal es "una irresponsabilidad" en la actual situación de crisis y ha asegurado que el nivel de responsabilidad de los sindicatos es "el máximo".
En un ámbito más local, el PSOE de Gijón ha animado a las empresas e instituciones a desarrollar una estrategia "coordinada y coherente" que asegure el futuro de la industria asturiana y en particular la gijonesa, para que ésta "siga siendo motor de la economía" del Principado.
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