El Gobierno encarrila hacia el Levante el 60% de su nueva inversión en ferrocarril

  • El Ministerio de Fomento ha impulsado más de 1.000 millones de euros en obras relacionadas con el tren en los primeros tres meses de Sánchez. 
El ministro José Luis Ábalos y la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín
El ministro José Luis Ábalos y la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín
AJUNTAMENT DE L'HOSPITALET DE LLOBREGAT

El Ministerio de Fomento ha alcanzado velocidad de crucero en cuanto a inversiones en infraestructuras. Mientras que el presidente Pedro Sánchez sacaba pecho de sus primeros cien días de Gobierno esgrimiendo los avances sociales y la puesta en marcha de lo que él llama "la justicia social", en los despachos que dirige el ministro de las grandes obras (y también secretario de Organización del Partido Socialista) han vivido un verano bastante agitado para reactivar, perfilar o poner en marcha proyectos de ferrocarril, carreteras o vivienda. Solo en el primer ámbito, el de las actuaciones relacionadas con el tren, se han habilitado más de 1.000 millones de euros en proyectos, con una especial querencia hacia el Levante, desde Cataluña a Murcia, y con el conocido como Corredor Mediterráneo de gran protagonista. 

De los poco más de 1.000 millones que se han repartido en licitar, comprar material o autorizar proyectos ferroviarios desde mediados de junio (las dos primeras reuniones de Consejo de Ministros fueron para nombramientos), un total de 644 millones han viajado a actuaciones a la ribera del Mar Mediterráneo. La más destacada, por su volumen, el proyecto para el controvertido soterramiento del tren en Murcia, para el que se han asignado 290 millones de euros y que retrasará hasta el año 2020 la llegada definitiva de la alta velocidad a la capital regional. A cambio, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha destacado la paz social y vecinal que supone este proyecto frente a la ejecución en superficie planteada por el anterior Gobierno. 

Un año antes que a Murcia, en el verano de 2019, podría estar en marcha otra de las conexiones estrella entre Madrid y la costa levantina: el AVE a Elche, para el que se aprovechará prácticamente todo el trayecto murciano. Con ambas ciudades cubiertas, las pretensiones de Fomento con el resto del Levante han quedado más que claras si se atiende a los proyectos autorizados en estos meses de PSOE en la Moncloa: el Corredor Meditarráneo es la nueva gran prioridad en materia ferroviaria.

Hasta cinco tramos distintos han sido impulsados en apenas dos meses (si se quitan las semanas de vacaciones en agosto) de actividad en Fomento. De ellos, tres se concentran en Cataluña. El primero, aprobado en el Consejo de Ministros del 29 de junio, es el más elevado, con 109 millones de euros y se desarrolla exclusivamente en la provincia de Barcelona; los otros dos son tramos compartidos entre la propia Barcelona y Tarragona (de 14,9 millones el 13 de julio y de 73,14 millones el 3 de agosto).

Las autorizaciones restantes específicamente denominadas como Corredor Mediterráneo se localizan en la Comunidad Valenciana: la provincia de Valencia tendrá 40 millones para avanzar en esta línea y Castellón contará con otros 55,6 millones de euros. La apuesta por su tierra natal del ministro Ábalos, aparte de algunos contratos menores dispersos, se completa con otro proyecto valorado en 62,4 millones para la línea de alta velocidad actual entre Madrid y Valencia.

Tierra adentro desde el Mediterráneo, el Ministerio de Fomento ha impulsado otros dos grandes proyectos ferroviarios en sus primeros cien días. En Santander, se ha resucitado la integración del tren en la capital cántabra en una actuación para la que la Administración General del Estado prevé una partida de 137 millones (todo el plan asciende a 187, con aportaciones de Ayuntamiento y Gobierno regional). Y en Madrid, se ha dado luz verde a un gasto de 128 millones de euros para adecentar las inmediaciones e instalaciones de la Estación de Chamartín. 

Asimismo, aunque dividido en tres partes, Extremadura ha recibido en esta pedrea de Fomento algo más de 80 millones de euros, si bien unos 50 se deberían compartir con Castilla-La Mancha porque se trata de obras para la conexión de la línea convencional entre Ciudad Real y Badajoz. Mientras tanto, Asturias, Aragón o Andalucía también contaron con decisiones concretas de gasto por parte del Ministerio de Fomento.   

Finalmente, y en una inversión repartida por toda la red actual de la Alta Velocidad Española, la empresa Adif también autorizó la licitación para contratar toda la seguridad por 227 millones de euros. El acuerdo no solo cubre al personal implicado sino que incorpora algunas mejoras en los sistemas de vigilancia. 

Todas estas obras se añaden a la pretensión, anunciada por el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, del Ministerio de poner en marcha un plan integral de mejora en la red de Cercanías por más de 3.000 millones de euros en los próximos años, ya que, según denunció en una entrevista con Efe, el anterior Gobierno del PP no había invertido apenas nada en sostener este sistema.

Mantenimiento en carreteras y planes de Vivienda

Sin embargo, llegó el momento en este verano en el que el Ministerio de Fomento tuvo que bajarse del tren y echarse a la carretera. La tragedia del derrumbe del puente Morandi, en Génova, obligó a replantearse la situación en las vías españolas desde mediados de agosto. Solo así se entiende que en los dos Consejos de Ministros siguientes (31 de agosto y 7 de septiembre), el Gobierno autorizase obras de mantenimiento y mejora de carreteras en España por un coste global superior a los 300 millones de euros. A diferencia de lo que ocurre con el tren, concentrado en el Levante, en este sector Fomento ha tocado prácticamente casi todas las autonomías peninsulares en un total de 14 proyectos distintos en dos grandes bloques a los que hay que sumar una decena más de cuantías menores por todo el territorio nacional. 

Antes de este cambio de marcha obligado, el Ministerio de Fomento había concentrado su política en carreteras en la recuperación de las autopistas quebradas y en la supresión de peajes históricos. 

Por último, el tercer gran pilar de todo Ministerio de Fomento es la política de vivienda. En este caso, el Gobierno socialista heredó el reparto ya pactado por el Ejecutivo del Partido Popular para las comunidades autónomas y el ministro de Fomento Ábalos fue estampando su firma con cada una de las beneficiarias por un montante conjunto de 1.770 millones de euros. Fuera por problemas de agenda de los representantes autonómicos o del mismo ministro, la mayoría de actos se celebró en Madrid y el dirigente socialista solo se desplazó a dos regiones de compañeros de partido para celebrar el acto de ratificación: Andalucía y Comunidad Valenciana. 

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