Madrid, 2 feb.- El Gobierno español presenta hoy las claves de la reforma financiera con la que pretende sanear y reestructurar el sector bancario del país, en el que se esperan nuevas fusiones.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, convocó una conferencia de prensa para explicar la reforma, una de las prioridades del Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy.
De Guindos adelantó recientemente en una entrevista que se obligará a la banca a sanear sus activos inmobiliarios en 50.000 millones de euros.
El estallido de la burbuja inmobiliaria en España ha afectado de lleno a los bancos y cajas de ahorro, por lo que una parte de la reforma se centrará en las provisiones que la banca deberá aumentar de los bienes inmobiliarios más problemáticos, que suman en el sector unos 175.000 millones de euros.
Se espera que la reforma traiga asimismo nuevas fusiones, ya que las entidades más pequeñas no podrán afrontar el endurecimiento de las provisiones sin pérdidas.
El consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, advirtió hoy de que la entidad "no soportará pérdida alguna" que se derive de tener que realizar compras en el marco de la reestructuración del sector financiero español.
Preguntado en una conferencia de prensa si la entidad participará en el nuevo proceso de reestructuración, Cano afirmó que el BBVA no ha recibido presiones para adquirir ninguna entidad ni por parte del Banco de España, ni del Gobierno.
La reforma del sector financiero español es, junto con la del mercado de trabajo, una de las dos grandes prioridades que se ha fijado el gobierno que preside el conservador Mariano Rajoy para tratar de frenar la grave crisis que vive España.
Esta crisis, que vino precedida del derrumbe del sector inmobiliario -que había impulsado la economía española al final de la década de los 90 y en los primeros años del comienzo de este siglo-, se traduce en una gran destrucción de empleo que elevó en 2011 la cifra de parados por encima de los cinco millones, casi el 23 por ciento de la población activa.
La economía española bordea además la recesión con una fuerte caída de las inversiones públicas debido a los recortes impuestos por la exigencia de reducir el déficit -hasta el 4,4 % del PIB este año- y con las pequeñas y medianas empresas (pymes) y las familias sin acceso al crédito.
En una entrevista con la Agencia Efe el pasado 10 de enero, Rajoy dijo que la reestructuración del sector financiero es un plan "que va a obligar al saneamiento de las entidades financieras, a su transparencia y a un nuevo proceso de fusiones" para que los bancos que existan sean de "buen tamaño" y solventes.
"Y sobre todo que vuelvan a dar crédito a la pymes y a las familias, sin lo cual no hay recuperación", agregó el jefe del Ejecutivo.
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