El Gobierno fracasa en su intento de reactivar la vivienda con el IVA y la desgravación fiscal

  • El fin de la desgravación fiscal y la subida del IVA estaban llamados a ser el revulsivo para reactivar la compra de viviendas este año. Pero la realidad se ha impuesto y los potenciales compradores prefieren esperar a que sigan bajando los precios.
R.Ugalde/E.Utrera

A partir de 1 de julio, el IVA que grava la vivienda nueva va a aumentar un 1%, desde el 7% actual hasta el 8%, encareciendo así la compra de cualquier vivienda. Por ejemplo, la adquisición de una residencia de 200.000 euros sufrirá un aumento de 2.000 euros, un esfuerzo significativo para las sufridos compradores que, sin embargo han decidido ver y esperar.

Además, a partir del 1 de enero del próximo año, desaparecerá la desgravación por la compra de vivienda. Estos dos elementos estaban llamados a ser el detonante de la recuperación del mercado inmobiliario este año, capaz de absorber gran parte del stock cercano al millón de hogares que se estima que tiene España.

Sólo unos pocos han adelantado su decisión de compra, ante la previsión de que el precio de la vivienda pueda seguir bajando y que esos descensos compensen sobradamente lo que los compradores se ahorrarían adquiriendo sus viviendas antes de la subida del IVA y de la desaparición de la desgravación fiscal.

De hecho, aunque el Gobierno grite a los cuatro vientos que la compraventa de viviendas registró 34.326 operaciones, lo que supone un aumento del 17,6% respecto al mismo mes de 2009, la realidad es que sus medidas pro-inmobiliarios apenas han tenido efecto. Si se compara con marzo, la compraventa de viviendas cayó un 8,6%. Y eso que el pasado ejercicio sufrió ya un duro castigo que cercenó en una cuarta parte la venta de inmuebles.

Conscientes de que estos revulsivos no han tenido el efecto esperado, algunas inmobilias han decidido empezar a tomar medidas para evitar que ahora, cuando ya entre en vigor la subida del IVA, no sea peor el remedio que la enfermedad, y han decidido asumir el sobrecoste de la subida del impuesto, que no lo repercutirán a sus clientes. Es el caso de Realia o Vallehermoso, lo que hace que la subida del mayor impuesto indirecto sobre el consumo tenga un impacto limitado.

La caída continuará

Según un informe publicado ayer por Funcas, el mercado de ventas de viviendas español, lejos de reactivarse, sólo ha empezado a dar síntomas de estabilización este año, siempre en comparación con el “desastroso”, según el texto, comienzo del año anterior.

Un visión muy optimista si se compara con otras, como la pronunciada hace pocos días por la agencia de rating estadounidense S&P, que contempla una caída del precio de la vivienda del 30% respecto a los máximos de finales del pasado año, y no prevé que este desplome toque suelo este año.

En una valoración global de la crisis inmobiliaria en Europa, los analistas de Standard & Poor's citan los problemas de financiación de los bancos a los nuevos compradores, un deterioro en los precios, y unas perspectivas de empeoramiento económico que coinciden con un incremento del desempleo.

El mismo Banco de España estima que los bancos, los nuevos dueños del ladrillo español, tienen margen para bajar hasta un 35% el importe de las viviendas que se han quedado. Y deberán hacerlo relativamente rápidos, ya que la nueva normativa les obligará a provisionar el 30% de los activos que se queden en apenas dos años, mermando así su beneficio.

Mostrar comentarios