El Gobierno luso admite diferencias con la troika sobre las metas de déficit

  • El Gobierno portugués admitió hoy que mantuvo "diferencias" con la troika sobre la meta de reducción del déficit para 2014 y avanzó que la hipótesis de volver a flexibilizar sus objetivos será tratada con la UE y el FMI próximamente.

Lisboa, 13 sep.- El Gobierno portugués admitió hoy que mantuvo "diferencias" con la troika sobre la meta de reducción del déficit para 2014 y avanzó que la hipótesis de volver a flexibilizar sus objetivos será tratada con la UE y el FMI próximamente.

La ministra de Finanzas lusa, María Luís Albuqerque, precisó que Portugal no ha pedido todavía de forma "oficial" negociar estas metas, que ya fueron relajadas en marzo y situaron el límite para el próximo ejercicio en el 4 % del PIB, un punto y medio superior a la cifra original, establecida en el 2,5 %.

En declaraciones divulgadas por medios lusos desde Vilna (Lituania), donde hoy participó en la reunión del Eurogrupo, Albuquerque reconoció que hace seis meses el Ejecutivo conservador luso y la troika defendieron posiciones distintas sobre "cuál era el objetivo de reducción del déficit más conveniente para 2014".

"Lo que el Gobierno portugués hizo ahora fue recordar esa posición", detalló la titular de Finanzas, quien consideró igualmente "prematuro" tratar este asunto y lamentó el "ruido" mediático generado.

Albuquerque -considerada la "número tres" del Ejecutivo luso- respondió así a las declaraciones realizadas también hoy desde Vilna por el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quien advirtió de que esta discusión "no es una buena señal" para Portugal.

"Creo importante mantener lo acordado en el ámbito del programa -de su rescate financiero-, incluidas las metas de déficit", aseveró Dijsselbloem, en cuya opinión el país debe demostrar que está "comprometido" a cumplir lo pactado.

El debate sobre la flexibilización del déficit surgió este miércoles durante una comparecencia parlamentaria del viceprimer ministro portugués, Paulo Portas, quien habló abiertamente de que relajar estas metas en cerca de medio punto sería la forma "más adecuada" de permitir al país cumplir con sus compromisos.

Las palabras de Portas -líder del partido minoritario que garantiza la mayoría absoluta al Gobierno conservador- fueron poco después suavizadas por el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, quien prefirió no comprometerse y se limitó a señalar que "no se han tomado decisiones en esta materia".

En Portugal, las sutiles diferencias en los discursos de Portas frente a los del propio Passos Coelho y la ministra de Finanzas se interpretan por diferentes analistas como un reflejo de las tensiones existentes en el seno de la coalición gubernamental sobre el alcance de las medidas de austeridad y los recortes.

Precisamente, las divergencias entre ambos líderes originaron una grave crisis política en el país en el mes de julio, que finalmente acabó resuelta semanas después con el nombramiento de Portas como viceprimer ministro, lo que le otorga un mayor poder dentro del Ejecutivo, en el que antes ocupaba la cartera de Exteriores.

Sin embargo, la titular de Finanzas aseguró hoy que esta crisis -que provocó un nuevo repunte de la presión sobre su deuda- está "completamente superada" y definió su trato con Portas como "tranquilo, cordial y bueno" frente a quienes especulan sobre su mala relación personal.

"El Gobierno hoy está más fuerte, más cohesionado y totalmente determinado para concluir el programa de ajustes -acordado en mayo de 2011 a cambio de su rescate financiero- en junio de 2014, como estaba previsto", insistió.

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