El Gobierno luso asegura que la recesión está dentro de los límites previstos

  • El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, quitó importancia hoy a la caída de la economía lusa de los últimos dos años y aseguró que este retroceso está dentro de los límites previstos cuando se solicitó el rescate financiero.

Lisboa, 13 ene.- El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, quitó importancia hoy a la caída de la economía lusa de los últimos dos años y aseguró que este retroceso está dentro de los límites previstos cuando se solicitó el rescate financiero.

En un acto de partido en el archipiélago luso de las Azores, el jefe de Gobierno rechazó una vez más cualquier comparación entre Portugal y Grecia, y recordó que el país heleno acumula un descenso del PIB de casi el 25 % en un lustro, en contraste con el 4,6 % que bajó la economía lusa entre 2011 y 2012.

"No es verdad que la dimensión de la recesión sea mayor de la esperada (...) Ya lo sabíamos cuando pedimos ayuda financiera externa porque éramos conscientes de que íbamos a tener que aplicar medidas de austeridad con efectos recesivos", subrayó.

Durante el cierre del congreso del Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) de la región autónoma de las Azores, el primer ministro incidió en que el Ejecutivo que preside está comprometido para aplicar "cambios profundos y reformas duraderas" que permitan garantizar la sostenibilidad del Estado luso.

El líder conservador señaló que esta estrategia se enmarca dentro de la necesidad de empezar a pensar más allá de junio de 2014, cuando el país dejará de estar bajo la asistencia financiera de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

"Es importante decirle a todos los portugueses que, si queremos inspirar confianza a los inversores, tenemos que hablar de futuro (...) Es lo que quieren ver nuestros socios comunitarios y también las agencias de calificación de riesgo", consideró.

Passos Coelho repitió una vez más que Portugal cumplirá con el memorando de entendimiento acordado con la troika a cambio de su rescate, e insistió en que el país "no necesitará más dinero".

La actualidad política en Portugal está centrada en el debate abierto por el Gobierno conservador sobre cómo debe reformarse el Estado para ahorrar en 2014 más de 4.000 millones de euros y asegurar así unas cuentas públicas saneadas.

A instancias del propio Ejecutivo, el FMI elaboró un informe divulgado esta semana en la que recomienda recrudecer las medidas de austeridad mediante la reducción de la plantilla de funcionarios, despedir profesores y subir el precio de la Sanidad pública, entre otras propuestas.

La reacción al documento no se hizo esperar y durante toda la semana tanto los partidos de la oposición como sindicatos y diferentes organizaciones sociales se han declarado abiertamente en contra del dictamen del FMI.

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