El Gobierno luso prefiere la conexión ferroviaria de mercancías con España

  • El Gobierno conservador de Portugal está centrado en la conexión ferroviaria de mercancías con España -en detrimento de la de pasajeros de alta velocidad- y prevé divulgar a finales de mes un plan de transportes para los próximos años.

Lisboa, 19 sep.- El Gobierno conservador de Portugal está centrado en la conexión ferroviaria de mercancías con España -en detrimento de la de pasajeros de alta velocidad- y prevé divulgar a finales de mes un plan de transportes para los próximos años.

En declaraciones a los periodistas, el secretario de Estado de Obras Públicas, Sergio Silva Monteiro, recordó que el proyecto del ferrocarril rápido (AVE) entre Lisboa y Madrid está "suspendido", aunque subrayó que el Ejecutivo busca soluciones con España y la Comisión Europea (CE) que mejoren la competitividad lusa.

El AVE Lisboa-Madrid, cuyo tramo más largo en suelo luso (170 kilómetros) ya fue adjudicado por 1.668 millones de euros por el anterior Ejecutivo socialista (2009-2011), fue oficialmente suspendido y sujeto a revaluación el pasado junio cuando el Gobierno de Pedro Passos Coelho asumió funciones.

En su intervención, Silva Monteiro expuso que la preferencia es una conexión de mercancías entre Sines -el mayor puerto luso a 180 kilómetros al sur de Lisboa- y Madrid con el objetivo de comunicarse con el norte de España y Europa.

Es importante "que sea una conexión transeuropea, cosa que no estaba garantizada en el modelo anterior", adujo.

Para Silva Monteiro, es crucial promover proyectos que mejoren las exportaciones portuguesas -el elevado déficit de la balanza comercial del país es el principal hándicap de la economía- e identificó la conexión ferroviaria con Sines como uno de los motores para lograrlo.

Asimismo, portavoces oficiales aseguraron a Efe que a finales de este mes el ministro de Economía y Obras Públicas, Alvaro Santos Pereira, divulgará el plan de transportes del país en la Asamblea de la República portuguesa.

Ante la grave recesión que afronta Portugal, que vive bajo un programa de rescate financiero de 78.000 millones de euros, el Gobierno ya ha aplazado y suspendido varias obras públicas de envergadura, como autopistas o conexiones ferroviarias.

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