El Gobierno luso presenta unos presupuestos para 2012 plagados de recortes

  • Los severos recortes en el gasto público y a medidas para a incrementar los ingresos fiscales del Estado concentran el grueso del proyecto de presupuesto para 2012 que el Gobierno conservador portugués presenta hoy al Parlamento.

Lisboa, 17 oct.- Los severos recortes en el gasto público y a medidas para a incrementar los ingresos fiscales del Estado concentran el grueso del proyecto de presupuesto para 2012 que el Gobierno conservador portugués presenta hoy al Parlamento.

Los recortes en el salario de pensionistas, funcionarios y trabajadores de empresas públicas, el retraso de la jubilación anticipada o la ampliación en media hora de la jornada laboral en el sector privado son sólo algunas de las reformas conocidas hasta el momento.

El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, hizo públicos algunos de estos recortes -que van más allá de los pactados en abril a cambio del rescate financiero- el pasado jueves en una declaración televisiva dirigida a los portugueses, que han ido conociendo nuevos detalles desde entonces a través de los datos filtrados a la prensa.

Según publican hoy algunos medios lusos, el Ejecutivo ha decidido disminuir las deducciones en la declaración de la renta por gastos en vivienda, sanidad y educación.

También están previstas alteraciones en la tasa del IVA, entre ellas al sector de la restauración, que pasaría del tipo impositivo intermedio (13 %) al máximo (23 %).

Los productos petrolíferos, las bebidas alcohólicas y el tabaco figuran igualmente entre los principales candidatos para ser penalizados fiscalmente con mayores impuestos.

A esta política de ajustes no escapa tampoco la red de colegios y hospitales, que sufrirá una revisión para "racionalizar" el mapa actual, lo que supondrá el cierre -o la privatización- de decenas de ellos.

El enésimo paquete de medidas de austeridad que presenta Portugal desde que el país entrara en la llamada "crisis de la deuda soberana", en 2010, se ha topado ahora con una fuerte contestación social.

De hecho, representantes de la Central General de Trabajadores Portugueses (CGTP, de orientación comunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista) se encuentran hoy reunidos para discutir la posibilidad de celebrar conjuntamente algún tipo de protesta, como una huelga general.

La oposición política de izquierdas se ha mostrado muy crítica con los planes del Ejecutivo conservador, mientras que a nivel social la manifestación del movimiento de los indignados, el pasado sábado, logró reunir a decenas de miles de personas en todo el país para expresar su protesta por los nuevos ajustes.

El Gobierno, fruto de la alianza entre el Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) y los democristianos del CDS-PP, justifica estos recortes por la aparición de desvíos en sus cuentas públicas por un valor superior a 3.000 millones de euros.

Passos Coelho ha insistido en que su prioridad es garantizar que Portugal cumpla con los compromisos adquiridos con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional como contrapartida de la ayuda financiera al país, concretada en un préstamo de 78.000 millones de euros para los próximos tres años.

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