Lisboa, 17 dic.- El Gobierno portugués admitió hoy que evaluará la posibilidad de intervenir la aerolínea TAP para evitar la huelga de cuatro días programada para finales de año por los sindicatos, que protestan contra su próxima privatización.
Así lo declaró hoy el primer ministro, Pedro Passos Coelho, quien reveló que la medida será "analizada mañana" durante la reunión que celebra el Ejecutivo una vez por semana.
"El Gobierno tomará todas las medidas que considere adecuadas para garantizar, en la medida de lo posible, la normalidad en servicios tan importantes para el país como el que presta la TAP", advirtió.
De esta forma, Passos Coelho confirmó por primera vez desde que fueron programadas estas movilizaciones que el Ejecutivo estudiará recurrir a una "intervención civil", un instrumento recogido en la ley portuguesa que castiga penalmente a los empleados que no acuden a su puesto de trabajo.
Este mecanismo -que tiene que aprobarse obligatoriamente en consejo de ministros- sólo puede ser usado en situaciones de emergencia o cuando están en cuestión servicios de interés público esenciales, por lo que ha sido utilizado muy esporádicamente en el país.
Durante los últimos veinte años, de hecho, en Portugal sólo se recurrió a este instrumento en tres ocasiones: en 1991 por una huelga de pilotos en la TAP, en 2004 por un paro en el metro de Lisboa que coincidía con la celebración en la capital de la Eurocopa de Fútbol y en 2005 cuando funcionarios judiciales pretendían parar durante cuatro días consecutivos.
Los representantes de los trabajadores de la aerolínea convocaron la semana pasada una huelga de cuatro días (27-30 de diciembre) como señal de protesta por la intención del Gobierno de relanzar la privatización de la aerolínea estatal en los próximos meses.
El paro tiene el respaldo de una plataforma formada por once sindicatos de la compañía y amenaza con causar cuantiosas pérdidas a la empresa debido al elevado número de pasajeros que se registran en Navidades.
De hecho, los administradores de la TAP calcularon en cerca de cinco millones de euros por día el impacto en las cuentas de cada una de las cinco huelgas celebradas en los últimos meses, y consideraron que en este caso las pérdidas podrían ser incluso superiores.
La propia aerolínea informó hoy de que en torno a 10.000 pasajeros de los 130.000 que tenían reservas para los días en que está programada la huelga pidieron alterar las fechas o cancelar sus vuelos.
El Ejecutivo conservador de Passos Coelho ya hizo un primer intento de vender la compañía en 2012, aunque al final desestimó la única oferta presentada por falta de garantías.
Por el momento ya han mostrado interés la española Air Europa (a través de su matriz Globalia), el empresario portugués Miguel Pais do Amaral, el brasileño David Neeleman (a través de la compañía Azul) y el magnate colombiano-brasileño Efromovich.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios