El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha reconocido hoy que no se cumplirá la previsión del Gobierno de que la economía española crezca el 1,3% este año y ha destacado que lo más lógico, en un entorno de incertidumbre mundial, es que se registre un crecimiento próximo al 0,8%.
Este escenario se ajusta al que han pronosticado los organismos internacionales, que llevan meses asegurando que España no crecería tanto como aseguraba el Ejecutivo. De hecho, a mediados de septiembre, la Comisión Europea cifró en el 0,8% el repunte económico en 2011, cinco décimas menos de lo esperado.
En conferencia de prensa, Campa ha opinado así tras conocer que la economía española se estancó en el tercer trimestre debido al ajuste en el gasto de las administraciones públicas, que cayó el 1,1% respecto al trimestre precedente, así como por una mayor contracción de la inversión en el sector de la construcción, que descendió el 1,9%.
El número dos de la cartera de Economía también ha asegurado que los datos muestran que la economía crece, pero a un ritmo "muy débil" que impide que se consolide la recuperación de la actividad y, sobre todo, la recuperación del empleo, aunque el proceso de ajuste de la economía "va en la dirección adecuada".
Ahora habrá que comprobar el impacto de este menor crecimiento sobre la previsión de déficit público para final de año. El Ejecutivo socialista siempre había defendido que cumpliría con el objetivo del 6%, pero la propia Unión Europea, al igual que ocurrió con el crecimiento, también varió sus estimaciones.
Para Bruselas, España cerrará este ejercicio con unos números rojos equivalentes al 6,6% del PIB, seis décimas por encima de lo previsto.
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