El Grupo Espírito Santo prepara una reestructuración "no exenta de dolor"

Lisboa, 31 mar.- El Grupo Espírito Santo (GES), cuyo principal activo es el banco del mismo nombre, se prepara para ser sometido a una profunda reestructuración "no exenta de dolor" con el propósito de hacer frente a varios "desafíos".

Así lo reconoció hoy Ricardo Salgado, representante de una de las facciones de la familia Espírito Santo que controla todo el "holding" y presidente a su vez de la entidad financiera portuguesa BES.

En una misiva dirigida a los trabajadores del citado banco y publicada de forma íntegra por el periódico luso "Jornal de Negócios", Salgado defendió que el GES "debe acometer una profunda reorganización y cambios estructurales" debido a que su modelo de organización se ha quedado anticuado.

"Este proceso pasa por el 'desapalancamiento', por reducir el perímetro de actuación en cuanto a nuestros sectores de actividad y por recapitalizarnos", señaló el banquero, considerado una de las personas con más poder e influencia de Portugal.

"Este trabajo ya está siendo hecho y habrá novedades a muy corto plazo", añadió.

Las palabras de Salgado son conocidas apenas seis días después de que el Grupo Espírito Santo anunciase que va a realizar una "provisión especial" de 700 millones de euros debido a "riesgos potenciales asociados con su exposición a las actividades no financieras" de la entidad.

Dentro de esta sociedad se encuadran el BES y otras entidades financieras, así como empresas de desarrollo inmobiliario, turismo, y agricultura y ganadería.

Salgado lamentó en su carta a los empleados la "atención desproporcionada" que le dedican los medios de comunicación portugueses a la entidad y la existencia de "fugas de información" dentro del grupo.

Estas fugas "tienen el único objetivo de boicotear las soluciones que están siendo diseñadas", censuró el presidente del BES, en referencia a una información aparecida en los medios lusos este fin de semana sobre posibles cambios en la estructura accionarial de la entidad.

El propio Salgado confirmó estas especulaciones y reconoció que está sobre la mesa la extinción de la sociedad Bespar, principal accionista del BES y en la que participan el propio Grupo Espírito Santo y la entidad francesa Crédit Agricole.

"Si ocurriera (...) el BES será un banco más apetecible en términos de mercado de capitales, una evolución positiva que se corresponde con las recomendaciones del regulador", consideró.