El Ibex ha ido perdiendo fuerza a medida que avanzaba la sesión aunque en el último momento ha cambiado una caída mínima por un suave asceceso del 0,18% que lo ha dejado a las puertas de los 11.100 puntos. La apertura sin dirección de Wall Street y la subasta de bonos en Grecia han dejado fríos a los inversores.
La jornada, a las puertas ya de la Semana Santa, no está aportando nada nuevo. El equilibrio entre papel y dinero es patente y a las primeras subidas de la mañana han respondido los inversores más conservadores con realizaciones de beneficios. La ausencia de numerosos invesores por las vacaciones ha rebajado sensiblemente el nivel de actividad que han mostrado unos mercados que han decidido obsequiarse con una jornada de tregua.
Ni la apertura totalmente plana de Wall Street ni una subasta de bonos a siete años en Grecia con menos aceptación que la anterior -también es menor el interés devengado por los activos- han dado alegria a unos mercados a la expectativa.
En el Ibex, lo más destacado es la subida de dos grupos energéticos regulados como REE y Enagás y el buen tono general de las constructoras. Los bancos están sufriendo más, especialmente Bankinter, que junto a Abertis y Grifols forma el trío de compañías que hoy ha perdido más de un 1%.
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