El Ibex está a un paso de perder todo lo ganado en la última década

Han pasado ya cuatro años desde que estalló la crisis y, sin embargo, parece que la bolsa española está viviendo ahora los peores capítulos de esta depresión.

Todas las alertas saltaron el pasado jueves (el viernes no hubo mercado), cuando Ibex 35, índice de referencia del parqué nacional, llegó a cotizar en mínimos de tres años.

Aunque terminó salvando el tipo, ya que cerró plano, en los 7.660,5 puntos, por momentos, el selectivo llegó a estar 100 puntos por debajo de este soporte, o lo que es lo mismo, durante el Jueves Santo llegó a marcar niveles de marzo de 2009.

El problema es que, por debajo de las cifras registradas en aquel lejano invierno, se encuentra ya el abismo: hay que retroceder hasta octubre de 2003 para volver a encontrar soportes tan bajos.

Por el momento, la línea roja está en los 6.817,4 puntos registrados el 9 de marzo de 2009. Volver a este mal registro exige que el mercado español caiga un 11%. Por el momento, en lo que llevamos de año, el selectivo acumula una caída del 10,57%.

El problema es que sólo durante la semana pasada cedió un 4,7%. ¿Cual ha sido el detonante? Hay mucho factores, pero el determinante han sido los Presupuestos Generales del Estado.

Éstos han recortado su nivel de gasto por debajo del registrado hace cinco años y, lo que es peor, han puesto en evidencia la realidad de la economía nacional: la mitad del dinero se va en pagar pensiones, desempleo e intereses de la deuda.

¿Qué queda para crear empleo y riqueza? Las migajas o, al menos, eso parecen estar interpretando los inversores, ya que la bolsa es un indicador adelantado de la economía.

Por tanto, si se pierden los niveles de marzo de 2009, significaría que el mercado está anticipando que la economía española no ha estado tan mal en casi diez años o, para ser más precisos, desde octubre de 2003.

Desde el punto de vista del inversor, llegar a este escenario supondría que, al contrario de lo que dicen los expertos, la renta variable no ha dado valor en diez años, cuando se supone que ésta siempre es buena a largo plazo.

Una década perdida para quienes estuvieran en bolsa y, lo que es peor, para aquellos fondos de pensiones, privados o públicos, que, en busca de mayores ganancias a largo plazo de las que ofrecen los bonos, apuestan su dinero en la bolsa.

Desde el punto de vista político, esta caída conllevaría borrar del mapa los ocho años de Gobierno socialista y volver a la situación en que estaba España en los últimos coletazos de José María Aznar.

Suma y sigue, porque durante esta década (¿perdida?) se vivieron los mejores años de la economía española, con las grandes compras en el mercado (opas) y la internacionalización de las grandes compañías, primero por Latinomérica, pero en los ejercicios previos a la crisis, por Europa, Estados Unidos, e incluso Asia, donde ya tienen presencia Telefónica, BBVA, Santander e Inditex, entre otras.

Pero, aunque al final al sangre no llegue al río, y el Ibex consiga mantenerse en las cotizaciones actuales, la memoria histórica recuerda un dato: los niveles de los 7.000 puntos fueron los que se alcanzaron después de que el selectivo español estuviera cayendo durante dos años tras el estallido de la burbuja.com, los escándalos empresariales y los atentados del 11 de septiembre.