La bolsa española ha salvado a medias una sesión que empezó con una fuerte presión vendedora. Las pérdidas, que en los peores momentos de la sesión llegaron a rondar el 2,5% se han quedado al cierre en un mucho más moderado 1,17%.
El resultado es que el Ibex, que ha llegado ha perder los 10.800 puntos cuando más presionaba el papel, ha cerrado cerca de los 10.900 en la que ha sido su tercera jornada consecutiva de descensos.
Los inversores han parado el carro vendedor en el último tramo de la sesión, apoyados en la buena apertura de las bolsas estadounidense, que tras una apertura titubeante se han puesto inmediatamente en positivo. La jornada ha estado marcada por las renovadas preocupaciones por la situación de Grecia, que se extienden por los mercados de bonos y acciones.
Todo el selectivo está en negativo. La peor parte es para Sacyr y Bankinter, que sufren pérdidas superiores al 3%. Indra y OHL son los únicos que se salvan de la marea roja general, con avances suaves pero muy significativos en un día en el que los vendedores han tomado la palabra desde el primer minuto. Las pérdidas del Ibex han sido las más importantes en el Viejo Continente. No obstante, todas las plazas europeas de referencia están cotizando en negativo.
Al cierre, Sacyr, Telecinco, Sabadell, Bankinter y Santander han sentido más que nadie la presión vendedora, mientras que OHL, Indra e Inditex han aguantado el tipo y han conseguido pasar el examen con nota.
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