El ICAC contará en 2014 con 8,7 millones, un 5 % más que este año

  • El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) contará el próximo año con un presupuesto de 8,7 millones de euros, según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014 presentado ayer por el Gobierno, lo que supone casi un 5 % más que el de este año: 8,3 millones.

Madrid, 1 oct.- El Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) contará el próximo año con un presupuesto de 8,7 millones de euros, según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014 presentado ayer por el Gobierno, lo que supone casi un 5 % más que el de este año: 8,3 millones.

Los fondos de este organismo autónomo adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad y presidido por Ana María Martínez-Pina procederán en su mayor parte de las tasas, capítulo por el que prevé ingresar 8,3 millones, a los que se sumarán 250.000 euros por la venta de publicaciones, 151.000 de remanente de tesorería y 20.000 por el reintegro de préstamos.

El ICAC destinará casi la mitad de ese presupuesto a gastos de personal: cerca de 4,3 millones, lo que supone un recorte del 3,7 % respecto a los 4,45 millones de los que ha dispuesto durante el año en curso.

Lo que permanece invariable es la partida de 54.650 euros para la retribución de altos cargos.

Además, se dedicarán otros 3,5 millones a gastos corrientes en bienes y servicios, partida que incluye arrendamientos, reparaciones y suministros; mientras que las inversiones reales, es decir, las relacionadas con el funcionamiento de los servicios, se llevarán 860.000 euros.

El organismo autónomo tiene entre sus funciones el ejercicio de la función sancionadora aplicable a las sociedades de capital que incumplan las obligación de presentar en plazo sus cuentas anuales en el Registro Mercantil, así como el control de la actividad de auditoría de cuentas.

El pasado mes de mayo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció en el Senado que el ICAC estaba analizando las auditorías hechas en las entidades bancarias nacionalizadas para ver si se habían ajustado a la buena práctica contable.

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