El impuesto a los camioneros en Francia no se aplicará antes de 2015

París, 29 nov.- El Gobierno francés anunció hoy que retrasa al menos hasta enero de 2015 la entrada en vigor del impuesto a los camioneros que circulen por las carreteras galas no sujetas a pago y que ha provocado una gran contestación en el país, especialmente en Bretaña.

En declaraciones a la televisión BFMTV, el ministro de Agricultura, Stéphan Le Foll, dejó entender que el impuesto será modificado, por lo que en su nueva configuración deberá ser presentado en los presupuestos del Estado de 2015.

Un retraso confirmado posteriormente por el Gabinete del ministro.

Le Foll señaló que para modificar la ley ya votada por el Parlamento es preciso una comisión, y pasar por una nueva ley de finanzas, que no estará lista antes del otoño de 2014.

El impuesto a los camioneros, instaurado por el Ejecutivo para disuadir del uso de este medio de transporte en beneficio de otros menos contaminantes, debía entrar en vigor el próximo 1 de enero.

Pero ante las manifestaciones convocadas en Bretaña, en el noroeste del país, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, anunció hace un mes el retraso de su aplicación y abrió una ronda de contactos con el sector para, eventualmente, modificarlo.

Diversas organizaciones, sobre todo en Bretaña, piden su supresión, por lo que han convocado para el fin de semana operaciones de bloqueo de carreteras y autovías por todo el país.

Estas manifestaciones suponen la continuación de las convocadas a finales del mes pasado en Bretaña, que acabaron con enfrentamientos con las fuerzas del orden, lo que provocó el reporte de la medida.

Este impuesto, bautizado como "ecotasa", que fue aprobado ya por el anterior Gobierno y recuperado por el actual, tiene como objetivo obtener financiación para el mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias y fluviales, además de disuadir del uso de las carreteras.

Se trata de una tasa que será cobrada a los camiones, tanto galos como extranjeros que circulen por los 15.000 kilómetros de carreteras francesas no sujetas a peaje.

El Gobierno calcula que afectará a unos 800.000 camiones de más de 3,5 toneladas y pretende recaudar unos 1.200 millones de euros anuales.