El IPC vuelve en julio a tasa negativa y los expertos descartan la deflación

  • El índice de precios de consumo (IPC) volvió a registrar una tasa negativa en julio -tras tres meses en positivo-, con una caída del 0,3 %, si bien los expertos consultados por Efe descartan la posibilidad de que se produzca deflación (caída continuada de los precios).

Madrid, 30 jul.- El índice de precios de consumo (IPC) volvió a registrar una tasa negativa en julio -tras tres meses en positivo-, con una caída del 0,3 %, si bien los expertos consultados por Efe descartan la posibilidad de que se produzca deflación (caída continuada de los precios).

Si el próximo 13 de agosto se confirma este dato adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa negativa del 0,3 % sería la mayor desde octubre de 2009, cuando la caída fue del 0,7 %.

El INE destaca que el descenso de julio se debió, principalmente, a la estabilidad de los precios de los carburantes y lubricantes y de los alimentos y bebidas no alcohólicas frente a las subidas experimentadas en 2013.

También recalca la influencia de la bajada de los precios de la energía eléctrica.

Asimismo, según el indicador adelantado del INE los precios de consumo registraron en julio un descenso mensual del 0,9 % respecto a junio.

A pesar de la importante caída de los precios de consumo de julio, los analistas descartan la posibilidad de que se produzca una deflación y auguran una inflación muy moderada de aquí a final de año.

El catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Valencia Joaquín Maudos considera que ya estaba previsto que durante este año hubiera algún mes con tasa negativa y prevé que el año acabará en positivo.

Maudos subraya que no se puede hablar de deflación por la caída en un mes del IPC y añade que lo que habrá será una inflación muy reducida, en torno al 0,1 %, "que no viene nada mal para ganar competitividad y para no deteriorar la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, sobre todo en un contexto de moderación e incluso de caídas de salarios".

La analista de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) María Jesús Fernández muestra su sorpresa por el excesivo descenso del IPC, si bien asegura que en verano se esperaba que hubiera tasas negativas para volver luego a positivo y acabar el año cerca del 0 %.

Fernández recalca que no ve riesgo de deflación y destaca que hay un ajuste de una economía que no puede realizarlo con el tipo de cambio, sino con la devaluación interna.

En la misma línea, el catedrático de Economía y Finanzas de la Bangor Business School (Reino Unido) Santiago Carbó afirma que la caída es mayor de la esperada y señala que el problema es que a veces en entornos cercanos a la deflación no hay punto medio "y cuando menos se espera, deja de ser un riesgo controlable y se convierte en un síntoma de debilidad que es difícil dejar atrás".

En cualquier caso, subraya que la previsión sigue siendo que la recuperación económica acabe presionando los precios al alza, aunque advierte de que hay que mirar esta situación con más preocupación que hasta ahora.

En este sentido, Carbó alerta de que lo que era un riesgo "remoto" se convierte en miedo cuando mes tras mes los precios evolucionan de modo mucho más moderado de lo previsto.

Además, destaca que también es un indicador de que las medidas adoptadas por el BCE pueden no ser suficientes para controlar lo que es el objetivo principal de la institución monetaria, el control de la inflación.

Si las circunstancias continúan así en la zona del euro, Carbó cree que aumentará la presión para adoptar más medidas no convencionales.

Por otra parte, el IPC armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona del euro- tuvo una tasa anual negativa en julio del 0,3 %, mientras la mensual cayó el 1,5 %.

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