"El Mar Menor ya es el Mar Muerto": una tragedia ecológica y también económica

  • Hace una semana, tres toneladas de peces aparecieron muertos en las orillas de este ecosistema único del que viven miles de personas.
Mar Menor
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"El Mar Menor está grave", considera Santos, que desde hace años regenta el restaurante 'El Hogar del Pescador' en San Pedro del Pinatar. "¡Grave no! ¡El Mar Menor está muerto!", se oye al fondo de boca de un parroquiano, seguramente pescador, que toma un café este jueves a media mañana en la barra del bar. No puede salir a faenar. En los últimos días su única 'pesca' ha sido ayudar a retirar de las aguas la masa pestilente y grisácea formada por miles de peces muertos que se 'suicidaron' saltando a la orilla buscando un poco de oxígeno para poder respirar. Fue la puntilla para esta laguna salada que pide socorro desde hace años.

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha lanzado un SOS porque la situación del Mar Menor es "crítica" y pide ayuda al Gobierno de Pedro Sánchez, del que -dice- dependen la mayoría de competencias de conservación de la laguna. "Pido auxilio, ayuda y que el Gobierno trate la situación del Mar Menor como una cuestión de Estado porque lo es", sentencia.

El Gobierno regional echa la culpa de la catástrofe medioambiental a la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que a mediados de septiembre provocó en el Levante español las peores inundaciones que se recuerdan. Esto hizo que entraran en el frágil ecosistema del Mar Menor millones de litros de agua dulce, que arrastraron además tierras llenas de nitratos, que se comieron el oxígeno del Mar Menor. Sin embargo, organizaciones ecologistas como ANSE (Asociación de Ecologistas del Sureste), Ecologistas en Acción o WWF aseguran que "la DANA solo ha multiplicado los efectos y la muerte del Mar Menor tiene como causa un desarrollo agrícola y urbanístico desaforado, de espaldas a la naturaleza, y la inacción de los responsables políticos".

Así, exigen actuaciones urgentes de conservación y una "reducción significativa de los cultivos intensivos, cierre de los pozos ilegales, instalación de filtros verdes y naturalización de grandes superficies en el entorno, eliminación de puertos deportivos e instalaciones, vertidos cero a la laguna porque el origen del problema es que durante décadas se está maltratando al Mar Menor con urbanizaciones y actuaciones de todo tipo, agricultura y gestión del territorio espantosa y hay que actuar en origen", explica el presidente de ANSE, Pedro García.

La Ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, de visita en la zona esta semana, echó la culpa de la situación, en buena parte, a las "malas prácticas agrícolas" del Campo de Cartagena, que llenan de nitratos el Mar Menor, causantes por ejemplo en 2016 de la llamada 'sopa verde'. Pero los agricultores se defienden y desde ASAJA Murcia se asegura que "los agricultores realizan prácticas de abonado sostenible, económica y medioambientalmente, ya que las dosis de abono están ajustadas a las necesidades de los cultivos y no se produce lixiviación a las aguas subterráneas".

"Entre todos lo mataron y él solito se murió", dice Pedro, un vecino de Los Alcázares, casi con lágrimas en los ojos y echando mano del refranero popular, sobre la situación de la laguna salada. Cinthya, una turista inglesa, veía como el pasado fin de semana las aguas del Mar Menor ofrecían la imagen más dramática de su historia: miles de quisquillas, anguilas, lenguados, doradas, lubinas, magres, peces mula, cangrejos de laguna, blénidos, lubinas, mújoles... se agolpaban muertos o moribundos en las orillas y cubrían amplias zonas del fondo lagunar frente al Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar y muchas playas de la orilla norte.

"Yo vengo desde hace años aquí a pasar mis vacaciones, pero esto va a hacer que la gente deje de venir. Incluso, no sé hasta qué punto yo misma soy culpable de este desastre por la masificación turística que existe en la zona", asegura.

Peces muertos frente al Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar. / EP
Peces muertos frente al Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar. / EP

La recepcionista de un pequeño hotel en San Pedro del Pinatar nos corrobora la impresión: "Ha habido varias cancelaciones desde el sábado pasado. Esto no beneficia a nadie y puede ser nuestra ruina".

Muchos apuntan al urbanismo salvaje que trajo el turismo masivo, sobre todo en la manga del Mar Menor, como una de las causas del estado crítico de la albufera murciana, pero lo cierto es que ahora mismo, un descenso del turismo a causa de esta catástrofe medioambiental supondría un golpe mortal para un sector que crea miles de puestos de trabajo y es uno de los puntales económicos de la región. Las asociaciones hosteleras, como HOSTEMUR y HOSTETUR no ocultan su "preocupación" y este mismo viernes se conocía el manifiesto de un grupo de científicos, Ecomandanga, que aseguraba que "si no cambian las cosas, el Mar Menor va camino de colapsar, lo que conllevaría un desastre ecológico y económico de valor incalculable. No se puede mantener en el tiempo un sistema económico y social que genera un gran daño ambiental y la manera en que se ha gestionado el regadío en el Campo de Cartagena constituye un ejemplo paradigmático. Es la economía la que depende del medio ambiente, y no al revés".

Así, consideran necesario alcanzar "un equilibrio entre los distintos y valiosos servicios ecosistémicos, como los cultivos, la pesca o el turismo, que nos brindan tanto el Mar Menor como su cuenca vertiente". Aún con todo, este grupo de científicos afirma que "más allá de buscar culpables, se trata de aplicar el conocimiento científico para tomar las medidas necesarias que garanticen la sostenibilidad de la economía regional y de nuestro patrimonio natural".

Los pescadores se plantean un paro biológico

El sector pesquero, unas 150 familias viven de la pesca en el Mar Menor, quizás sea de los más afectados y más ahora que comenzaba la época de la dorada, que supone más del 40% de las capturas y los ingresos de los pescadores de la laguna, que ahora se encuentran "por desgracia" en paro forzoso. Jesús Gómez, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, explica que "desde hace mucho tiempo" están denunciando la situación de contaminación en el Mar Menor  "A nosotros nos han hundido, nos hemos quedado sin sustento. Y tenemos familias, hijos, hipotecas que pagar...". Los pescadores se plantean incluso realizar un paro biológico para recuperar el Mar Menor, pero claro, siempre que se les garanticen los ingresos necesarios para poder vivir.

Y es que además de las pérdidas económicas generadas por la catástrofe medioambiental la regeneración el ecosistema, si es que todavía se está a tiempo de devolverle la vida, va a necesitar de una cantidad ingente de recursos públicos por parte de todas las administraciones, desde la local hasta la europea. De momento, el Ejecutivo regional ya ha asegurado que no reparará en gastos y destinará "todos los recursos necesarios" para recuperar el Mar Menor, a la par que pedía ayuda al Gobierno central y a la UE. Mientras, Santos ve cómo su restaurante tiene menos comensales que antes. "Esto que ha pasado nos hace mucho daño a todos porque, no nos engañemos, el Mar Menor es nuestro sustento. Y si se muere..."

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