El MB ofrece momentos "mágicos" en cocina abierta al mundo, dice su director

Guía de Isora (Tenerife), 21 nov.- El restaurante MB, del cocinero guipuzcoano Martín Berasategui, situado a pocos metros del mar y en uno de los climas más estables del mundo, ofrece desde hace nueve años momentos "mágicos" en una cocina abierta al mundo, dijo a Efe su director y chef, Erlantz Gorostiza.

De este modo se expresó en declaraciones a Efe Gorostiza después de que el restaurante que el grupo del cocinero guipuzcoano Martín Berasategui tiene en el hotel Abama de Guía de Isora (Tenerife) se haya unido a la lista de diecinueve establecimientos de España que lucen dos estrellas en la Guía Michelín.

En el restaurante se trabaja con productos de la huerta, la tierra y el mar canario, y, según las necesidades y las circunstancias, con nuevos platos y texturas, explicó Gorostiza.

El equipo del Martín Berasategue del hotel Abama lo forman veintiséis personas que hacen posible "sacar lo mejor cada día"; desde el que limpia los fogones hasta que el prepara los platos.

"Todos tienen su importancia para formar un gran equipo como el que existe actualmente", subrayó Gorostiza, quien añadió que hay otras personas que no trabajan directamente para MB, pero que son parte del éxito para "llegar hasta aquí".

Lo importante es que quienes lleguen al restaurante disfruten de un todo, una cocina, una sala, un servicio, una bodega, que se sientan como reyes, sostiene su director, para quien se trata de un camino "pasito a pasito" durante todos estos años, para conseguir logros y llevarse la segunda estrella Michelín.

Es la primera vez que un restaurante en Canarias lo consigue y sin duda se trata de un logro para un equipo, para su director, y, por supuesto, para Martín Berasategui, señaló Gorostiza.

Entre los platos que se pueden encontrar en MB están el carpaccio de gamba roja aderezado con pimienta de espelette sobre un tofu de raifort y bizcocho de sus cabezas y la gelatina trufada sobre una crema untuosa de foie, toques dulces y salados.

También se puede comer merluza de pincho regada con vichyssoise, perlas de trufa y niebla de tomate; o conejo de monte a la royale sobre una cama de col verde, corazones de manzana y toques de raíz de perifollo.

En Tenerife se dan todas las condiciones para seguir creciendo poco a poco y mejorando día a día, dijo Gorostiza, quien destacó que la materia prima de las huertas de la zona, entre plataneras y tomateras ubicadas a menos de diez kilómetros del hotel, se utiliza el 80 % por ciento para elaborar los menús.

La prioridad es ofrecer al cliente "el mejor producto posible", y "si bien es cierto que nos fijamos mucho en los pescadores de aquí, también nos fijamos en lo que es de máxima calidad de fuera, y la opción es traerlo", comento el director del restaurante.

En el caso de la carne, en MB también se trabaja con el cochino negro canario que lo han ido recuperando "poco a poco con el Cabildo de Tenerife", intentado "dar un pasito más para ofrecer algo diferente".

MB tiene las puertas abiertas a todo tipo de clientes, dentro y fuera del hotel, aunque sobre todo acuden los que se hospeden en Abama.

Ingleses, belgas, alemanes, rusos y por supuesto españoles, disfrutan de un establecimiento que ha hecho historia en la cocina de Canarias, señaló Gorostiza, quien tiene como objetivo "mejorar cada día y siempre ser ambicioso y mirando hacia adelante, pensando que hoy hay que hacerlo mejor que ayer y mañana mejor que hoy".

Al joven chef, de 32 años, le preceden años de formación y de excelencia gastronómica, tanto de la mano de Berasategui en Lasarte, como de otros grandes cocineros.