El Ministerio de Trabajo ha sido víctima este miércoles, 9 de junio, de un nuevo ciberataque. Cuando han transcurrido tres meses exactos del ataque informático al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) el pasado 9 de marzo, el departamento que dirige Yolanda Díaz ha vuelto a verse afectado por un ciberataque.
El propio Ministerio ha informado en su cuenta de Twitter: "El Ministerio de Trabajo y Economía Social se ha visto afectado por un ataque informático. Los responsables técnicos del Ministerio y del Centro Criptológico Nacional están trabajando de manera conjunta para determinar el origen y restablecer la normalidad lo antes posible".
Hay que recordar que el pasado 9 de marzo el SEPE sufría un ciberataque que paralizaba completamente sus servicios y del que no empezaría a recuperarse hasta pasadas dos semanas. En ese caso, se trató de un 'ransomware', un software malicioso con capacidad de cifrar archivos y bloquear ordenadores con la idea de obtener dinero a cambio de devolver el funcionamiento normal al sistema.
El hackeo al SEPE provocó un colapso histórico y puso en evidencia las deficiencias de los sistemas informáticos y de seguridad del organismo. En aquel momento, la investigación la lideró el Centro Criptológico Nacional (CCN), dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que tomó la decisión inicial de poner todo el sistema en cuarentena para evitar una propagación rápida del virus por la red hacia otros organismos de la administración pública.
Ahora, desde el Ministerio explican que, tras el ataque sufrido este miércoles, los responsables técnicos del departamento se han puesto de inmediato en contacto con el CCN para trabajar conjuntamente en esta nueva investigación. De nuevo, los trabajos se centran en localizar el origen y restablecer la normalidad lo antes posible.
Por ahora se desconoce el alcance que pueda tener este nuevo ciberataque, aunque fuentes de Trabajo confirman a La Información que el SEPE no se ha visto afectado en esta ocasión, aunque sí se habrían visto alteradas al menos algunas funcionalidades de la página web del Ministerio. El asunto no es baladí y la discreción es clave, pues hay que recordar que tras el ataque que puso en jaque al SEPE la vicepresidenta Díaz evitó comentar su impacto por motivos "motivos de seguridad del Estado".
En efecto, fuentes al tanto de las investigaciones explicaron entonces, hace apenas tres meses, que en el transcurso de la investigación la discreción es fundamental para evitar filtraciones de información que revelen posibles grietas en los sistemas y puedan provocar nuevos ataques al mismo organismo o a otras administraciones públicas interconectadas a través de bases de datos.
El problema es que tanto el SEPE como el Ministerio de Trabajo, a través de sus distintas bases de datos, están conectados con entidades del calibre de la Seguridad Social o la Agencia Tributaria. También existen pasarelas de trasiego permanente de información con el Ministerio del Interior. El SEPE forma parte de la Red SARA (Sistemas de Aplicaciones y Redes para las Administraciones), una megainfraestructura de comunicaciones que conecta las redes de las administraciones públicas españolas e instituciones europeas, facilitando el intercambio de información y el acceso a servicios.
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