El PIB español creció el 0,2 % en el cuarto trimestre y cayó el 1,2 % en 2013

  • La economía española creció en el cuarto trimestre de 2013 el 0,2 %, una décima menos de lo inicialmente avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que además ha confirmado que en el conjunto del año el PIB cayó el 1,2 %.

Madrid, 27 feb.- La economía española creció en el cuarto trimestre de 2013 el 0,2 %, una décima menos de lo inicialmente avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que además ha confirmado que en el conjunto del año el PIB cayó el 1,2 %.

El avance del cuarto trimestre fue posible porque se mantuvo el repunte del 0,5 % del consumo privado que ya se había registrado en el trimestre precedente, así como la subida del 0,7 % de la inversión, en tanto que las exportaciones avanzaron el 0,8 %, dos décimas más que en los tres meses anteriores.

No obstante, la mejora trimestral aún no se ha trasladado a la tasa interanual, que refleja todavía un comportamiento negativo de la demanda interna, si bien en el último trimestre el consumo de los hogares también ha repuntado en términos interanuales un 0,7 %.

Al cierre del año, el PIB a precios corrientes se situó en 1.022.988 millones de euros, un 0,61 % por debajo del registrado al cierre de 2012.

El empleo cayó a un ritmo anual del 1,6 % en el cuarto trimestre, lo que supone una destrucción neta de aproximadamente 265.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año.

Según el INE, la recuperación del consumo de los hogares es consecuencia de una mejora generalizada en la compra tanto de bienes como servicios, en línea con la evolución positiva de la remuneración de los asalariados, que es el principal recurso que tienen las familias para gastar.

En concreto, la remuneración de los asalariados creció el 0,8 % en tasa interanual, cuando un trimestre antes caía el 3,3 %.

Este aumento es consecuencia de una evolución menos negativa de la tasa de asalariados y del crecimiento de la remuneración media por asalariado.

Frente a la evolución del consumo privado, el gasto de las Administraciones Públicas se contrajo aún más en el último trimestre del año (3,9 % trimestral y 3,5 % anual), como consecuencia fundamentalmente del acusado descenso de los consumos intermedios.

La formación bruta de capital fijo (inversión) cayó en términos interanuales un 1,7 %, casi cuatro puntos menos que en el trimestre precedente, debido a la mejora general en la inversión en distintos tipos de activos, pero sobre todo en bienes de equipo, cuya demanda creció el 9,5 %.

La inversión en construcción siguió atenuando su caída, hasta registrar una contracción del 8,6 %, cuando en los trimestres precedentes se registraban retrocesos del entorno del 10 %.

Del sector exterior destaca que tanto las importaciones como las exportaciones registraron crecimientos interanuales superiores a los del trimestre anterior, que para las ventas al exterior fue del 3,7 % y para las compras, del 2,7 %.

No obstante, en comparación trimestral las exportaciones presentaron un incremento del 0,8 %, en tanto que las importaciones cayeron un 0,6 % tras dos trimestres en positivo.

Por el lado de la oferta todas las ramas de actividad presentaron un mejor comportamiento, con subidas interanuales del 4,1 % en la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, del 1,2 % en la industria manufacturera y del 0,5 % en los servicios, en tanto que la construcción disminuyó (7,7 %), pero menos que en trimestres anteriores.

Por el contrario, el empleo equivalente a tiempo completo siguió en retroceso en todas las ramas, aunque la destrucción de puestos de trabajo fue menor y mejoró sobre todo en las ramas primarias y en los servicios, e incluso se registraron tasas positivas en comercio y en actividades financieras y de seguros.

La menor contracción del empleo se mantiene también en el trabajo asalariado, que cayó casi dos puntos menos (1,9 %), mientras que el no asalariado retrocedió una décima más (0,3 %).

La disminución del número de horas efectivamente trabajadas por las personas ocupadas se frenó hasta el 0,6 %, en tanto que la productividad aparente por puesto de trabajo creció menos (1,5 %) y el aumento anual del coste laboral unitario fue del 1,2 % (un punto por encima del deflactor del PIB).

El deflactor implícito del PIB (que mide la evolución de los precios en la economía) se desaceleró dos décimas, hasta el 0,2 %.

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