El plan millonario del metro de Doha se cae de los acuerdos de Moncloa y Qatar

El viaje exprés del emir de Qatar, Al-Thani, concluye hoy. Una intensa agenda que ha mantenido tanto el máximo mandatario del país del Golfo como los diversos miembros del Gobierno y demás instituciones. Foros empresariales, firma de acuerdos, almuerzos… Durante estos días, el Gobierno ha tratado de llenar su agenda en torno a una visita que desde Moncloa definen de "muy importante". No obstante, las circunstancias -con la actual invasión de Ucrania y el giro diplomático en el norte de África- han empujado al Ejecutivo a centrar todo su esfuerzo en sellar acuerdos en materia energética. Así, según reconocen, el principal objetivo ha sido asegurarse el suministro de gas, un hidrocarburo muy demandado en el exterior y cuya competencia, admiten, se ha vuelto cada vez más "agresiva". 

Este contexto ha provocado que otros objetivos -como la inversión en infraestructuras en Qatar- apenas se haya tratado, contando con un apoyo institucional mínimo. Un escenario que se da en un territorio que puede presumir de tener 'gigantes' de la construcción que han levantado grandes obras por todo el mundo. De hecho, según se observa en la agenda de La Moncloa, los únicos ministerios que han sido citados para la firma de acuerdos han sido Economía, Justicia, Industria, Comercio y Turismo, Sanidad y Ciencia e Innovación; además de una reunión con el titular de los Asuntos Exteriores del país, José Manuel Albares. Quedando así excluido el Ministerio de Infraestructuras -antes Fomento- dirigido por la ministra Raquel Sánchez. Una figura política que apenas ha tenido relevancia desde que fue designada el verano pasado, salvo por sus polémicas declaraciones durante la crisis de los transportistas.

Dentro de la estrategia Qatar Vision 2030 -con la que el país árabe ha buscado desde 2015 convertir su país en un lugar próspero y sostenible con el medioambiente- se encuentra el proyecto de construir el metro de Doha, un plan definido como "nuestro proyecto más destacado y visible" y que trata de unir todos los puntos de la capital por medio de los raíles de este vehículo. Las obras de esta colosal infraestructura comenzaron rápido para que durante el Mundial -que tendrá lugar este invierno- el público pudiera hacer ya uso de algunas de las vías. Y así fue. El metro tiene hoy tres líneas ya operativas (roja, verde y dorada). Sin embargo, el proyecto aún no está acabado. De hecho, aún queda una línea más (la azul), ampliar las ya existentes y concluir las obras del metro ligero de la ciudad de Lusail (al norte de Doha). Unas licitaciones que se adjudicarán, según los medios locales, después de la Copa del Mundo. 

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Teniendo en cuenta las licitaciones de, por ejemplo, la línea roja, nos podemos hacer una idea de lo que hay en juego: 12 lotes distintos que fueron adjudicados a diversas empresas de todo el mundo por cifras multimillonarias. Un escenario que apunta ahora al Ministerio de Transportes, cuya titular no ha participado de ese empuje institucional que, quizás, las empresas españolas hubieran necesitado. Este periódico ha tratado sin éxito de conocer el papel que ha tenido su ministerio en este viaje y la razón de por qué la ministra no acudió ayer a reunirse con la comitiva catarí. En su lugar, la titular de Transportes realizó una visita oficial a Zaragoza. 

Una actitud que difiere de sus predecesores. Como es el caso de José Luis Ábalos, que viajó dos días a Londres para apoyar a las empresas españolas cuando se certificó el Brexit. Un lugar sensible para muchas compañías de nuestro país. Una de ellas, Ferrovial que, sin ir más lejos, controla el 25% del capital del aeropuerto de Heathrow. O también la exministra Ana Pastor, que tuvo un papel destacado durante su mandato, viajando hasta Qatar cuando FCC consiguió una licitación para construir un tramo de la línea roja.

Las constructoras españolas -como OHL, Ferrovial, Acciona, Sacyr, Isolux Corsán, FCC- han levantado líneas de metro por todo el mundo: desde Londres a París, pasando por Sidney. Una experiencia que les ha permitido a actuar por sus propio medios para conseguir contratos. Así, FCC, que ha sido la única constructora española en adjudicarse un contrato del metro de Qatar (que superó los 500 millones), reconoce a La Información su interés sobre las futuras obras del metro catarí. Una decisión que dependerá del emir en un futuro próximo.