El PPE defiende la fórmula de Van Rompuy para revisar el tratado europeo

  • El Partido Popular Europeo (PPE) ha salido hoy en defensa del documento para la revisión del tratado de la UE del presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, por lo que supone para el fortalecimiento de la gobernanza económica de la Unión y de las instituciones comunitarias.

Marsella (Francia), 8 dic.- El Partido Popular Europeo (PPE) ha salido hoy en defensa del documento para la revisión del tratado de la UE del presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, por lo que supone para el fortalecimiento de la gobernanza económica de la Unión y de las instituciones comunitarias.

Los populares europeos, además, abren la puerta a que "socios exteriores" como el FMI puedan contribuir con sus recursos a mejorar la circulación de liquidez en la eurozona, lo que redundará en un "mayor margen de maniobra" del Banco Central Europeo (BCE) al bajar la "presión inflacionista". No obstante, el PPE pide salvaguardar la independencia de la entidad.

Así consta en el manifiesto que los populares europeos han aprobado durante la clausura del XX Congreso, que desde ayer celebraban en la ciudad francesa de Marsella.

El texto ha recibido el visto bueno de los líderes europeos agrupados en esta formación, entre ellos el francés, Nicolas Sarkozy, que ha ejercido de anfitrión; y la canciller alemana, Angela Merkel, y a pesar de que ambos han patentado, al margen de la de Van Rompuy, otra propuesta para reformar la UE.

También ha revisado el texto el próximo presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.

Lo que ha aprobado el PPE se centra básicamente en la inestabilidad económica y financiera que ahora acecha a la Unión y al euro.

Reforzar la gobernanza común europea es el principal objetivo de este partido y su receta esencial para acabar con los ataques de los mercados, con la crisis de la deuda soberana y con los desequilibrios presupuestarias.

Dice el PPE en su manifiesto que cada Estado será responsable de su política económica, pero dentro de una unión monetaria, con todas las consecuencias que ello genera, principalmente la disciplina fiscal.

Al tiempo que se muestran a favor de instrumentos que enderecen los desequilibrios presupuestarios de los países de la UE, los populares europeos abogan por dar a la Comisión Europea y al Consejo que ahora preside Van Rompuy la misión de promover la "estricta implementación" del llamado "six pack", un paquete de medidas que inciden en la gobernanza común de la UE y en las sanciones a los países incumplidores.

Asimismo, consideran adecuado que las nuevas reglas de la futura UE sirvan para favorecer la implantación de estos compromisos contra el gasto y el déficit, y de forma acelerada, sin demoras institucionales.

Para que la confianza vuelva al euro, y aparte de la disciplina fiscal, resulta "crucial" el informe "provisional" de Van Rompuy, entre otras razones porque plantea una revisión del tratado europeo por la vía rápida y porque otorga al Mecanismo de Estabilidad Financiera, así como al BCE, un papel esencial en la financiación de la eurozona.

El PPE quiere que haya liquidez, así que propone precisamente un rápido impulso de los mecanismos de estabilidad financiera, aún no en funcionamiento.

También pide enviar a los mercados señales de firmeza en la reducción del déficit y de la deuda, favorecer que haya crédito en las entidades bancarias y acometer reformas en los modelos productivos, basándose en la innovación y en la educación.

Precisamente la necesidad de llevar a cabo reformas estructurales es uno de los puntos en los que más énfasis pone el PPE con su manifiesto.

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