Pekín, 18 dic.- El precio de la vivienda en China, uno de los motivos de descontento social, registró su peor resultado este año en más de la mitad de las principales ciudades en noviembre, después de que Pekín aplicara medidas para frenar su encarecimiento.
Según datos del Buró Nacional de Estadísticas publicados hoy, el precio de la nueva vivienda bajó en noviembre en 49 de un total de 70 ciudades computadas, comparado con las 33 que registraron caídas en octubre.
El precio de la vivienda en cuatro de las principales ciudades chinas, Shanghái, Pekín, Shenzhen y Cantón, se redujo en un 0,3 por ciento con respecto a octubre, la mayor caída mensual del año en estas grandes metrópolis.
Sólo cinco ciudades del censo registraron subidas en los precios, según el comunicado publicado en la web del buró.
China aplicó medidas en abril para frenar la burbuja inmobiliaria, como el aumento del pago a cuenta y los requisitos para obtener una hipoteca, así como restricciones de compra en unas 40 ciudades del país asiático.
Además, a lo largo de este año China inició la construcción de 10 millones de unidades de vivienda asequible, y tiene previsto proseguir con este proyecto durante los próximos doce meses.
Sin embargo, los analistas alertan que la segunda potencia económica, cuyo crecimiento está frenando por la caída de sus exportaciones a Europa y EEUU, afronta también riesgos como un frenazo en su sector inmobiliario y la creciente inestabilidad social.
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