El presidente de CEPYME ve muy difícil un acuerdo de la reforma laboral

  • Madrid.- El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), Jesús Bárcenas, se mostró hoy pesimista ante la posibilidad de llegar a un acuerdo de reforma laboral y dijo que hubiera sido más fácil alcanzarlo hace quince días, antes de que el Gobierno aprobase un ajuste del gasto.

El presidente de CEPYME ve muy difícil un acuerdo de la reforma laboral
El presidente de CEPYME ve muy difícil un acuerdo de la reforma laboral

Madrid.- El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), Jesús Bárcenas, se mostró hoy pesimista ante la posibilidad de llegar a un acuerdo de reforma laboral y dijo que hubiera sido más fácil alcanzarlo hace quince días, antes de que el Gobierno aprobase un ajuste del gasto.

Así lo expresó Bárcenas, durante una entrevista con la Agencia EFE, en referencia a las negociaciones que la patronal CEOE-CEPYME y los sindicatos CCOO y UGT mantienen en el ámbito del diálogo social para llegar a un acuerdo antes del lunes ya que, de lo contrario, el Gobierno aprobará por decreto dicha reforma.

El presidente de CEPYME dijo que no ve fácil un acuerdo porque "los sindicatos están en un momento que se ha complicado con las últimas decisiones del Gobierno", en referencia al plan de ajuste aprobado por el Ejecutivo, y "tienen la calle bastante nerviosa".

En este sentido, precisó que aunque no tiene "el síndrome de Estocolmo", tras años de "convivencia" con los sindicatos comprende su situación aunque no la comparta.

No obstante, el máximo dirigente de CEPYME afirmó que todavía hay posibilidades de sacar la reforma adelante porque si no, tendrá que hacerlo el Gobierno "y probablemente no será la reforma que quieren los sindicatos ni los empresarios".

Según Bárcenas, el Gobierno "va en serio" porque el próximo 11 de junio hay reunión del Ecofin y tiene que ir con la reforma laboral "debajo del brazo".

Para el responsable de las pymes, si finalmente hubiera una reforma por decreto, debería contemplar medidas para rebajar la alta temporalidad de los contratos o regular los despidos, para que "se puedan gestionar" y no ocurra como ahora, que es Magistratura la que decide casi siempre en favor de los trabajadores.

"Probablemente el trabajador es la parte más débil, nadie lo discute, pero el empresario no se siente bien juzgado en ningún momento", aseveró.

Ante la situación "compleja" por la que atraviesa la negociación, el líder patronal recomendó "rodearla" de "mucha prudencia" ya que se complica más si se retransmite como un "partido de fútbol".

En este sentido censuró las declaraciones del responsable de Economía de la CEOE, José Luis Feito, quien esta mañana criticó a los sindicatos por su reacción "infantil e inmadura" y consideró "absurdo" convocar una huelga general, así como la reacción posterior del líder de UGT, Cándido Méndez, que llamó a Feito "sicario" y le acusó de añadir más dificultades al proceso.

Por otro lado, Bárcenas admitió su distanciamiento con el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, al ser preguntado por su ausencia de la reunión que el pasado miércoles mantuvieron este último y los líderes sindicales.

"En la medida que le es posible, el presidente de la CEOE procura que no esté el presidente de CEPYME", se lamentó.

Tras admitir que la negociación laboral está difícil, Bárcenas señaló que si los sindicatos convocan una huelga general él nunca la admitirá como empresario que es, aunque la tendrá que "soportar" y "pagarla", porque "al final nos cuesta, la paga el país" y porque aunque dure 24 horas "crea problemas de muchos días".

La huelga no es lo más aconsejable en estos momentos, señaló, pero indicó que se trata de un derecho constitucional "y siempre he respetado a los sindicatos", igual que ellos "han respetado a CEPYME".

En la entrevista con EFE, Bárcenas aludió también al plan de ajuste del Ejecutivo y que ayer aprobó el Congreso con los únicos votos del PSOE.

En su opinión, "este país ayer necesitaba un respaldo mucho más unánime porque lo que se pretendía era transmitir confianza a los mercados" en un momento en el que España está siendo "vigilada" por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI y tiene que hacer un esfuerzo de austeridad.

Aunque criticó al Gobierno porque ayer faltó "cocina", es decir, capacidad de diálogo para conseguir apoyos, también lo hizo con la oposición, ya "lo lógico", explicó, hubiera sido aprobar el plan por unanimidad o al menos sacarlo adelante con los dos partidos mayoritarios.

En cualquier caso reconoció las dificultades de recortar gasto cuando el Gobierno central "maneja el 20% del presupuesto" y debe sentarse a hablar con las comunidades autónomas y los ayuntamientos para pedirles más recortes.

Mostrar comentarios