El presidente de Kutxa cree "satisfactorio" el acuerdo con Bildu

San Sebastián, 13 sep.- El presidente de la Kutxa, Xabier Iturbe, ha dicho que hoy es un día "especialmente satisfactorio" porque el acuerdo con Bildu aumenta "el grado de adhesión de los diferentes grupos de interés" de la entidad al proyecto de fusión de las cajas vascas.

Iturbe ha intervenido hoy en una jornada sobre la integración de las tres cajas organizada en San Sebastián por la Cámara de Gipuzkoa, la patronal Adegi y la Sociedad de Garantía Recíproca Elkargi, donde ha pronunciado sus primeras palabras respecto al acuerdo con Bildu anunciado hoy, que garantiza la aprobación de la fusión fría en las tres asambleas.

El presidente de la Kutxa ha recordado que "el objetivo de conseguir el máximo de consenso y adhesión" a este proyecto (por el que el negocio financiero de las tres cajas será ejercido por el nuevo banco Kutxa Bank) "ha guiado" su actuación "desde el principio", y ha indicado que el resultado "es muy satisfactorio y muy grato" para él.

Ha explicado no obstante que el acuerdo logrado con Bildu, coalición que gobierna la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de San Sebastián, ambas entidades fundadoras de la Kutxa, debe ser ahora aprobado y ratificado en los Consejos de las tres cajas.

Ha precisado que la Kutxa lo hará el próximo jueves y ha aclarado que "por respeto a los órganos de gobierno" de esta entidad no facilitaría más "detalles" sobre lo pactado

Sí ha concretado, no obstante, que el acuerdo contempla "muchas" de las aportaciones propuestas y "busca mantener la esencia de las cajas", además de "dar sostenibilidad al proyecto", por lo que es "motivo de gran alegría".

Ha avanzado también que el "acuerdo laboral" con los trabajadores está siendo negociado aunque, en su opinión, "no presentará dificultades" porque la fusión "es de libro" en este sentido, ya que en la red comercial del País Vasco "no hay duplicidades" y en el resto de España hay "pocas", mientras que en los "servicios centrales" se jubilarán mil personas en los próximos ocho años, con lo que la negociación se centra en cómo adecuar las prejubilaciones "al ritmo de los excedentes que se generen".