El presidente de la CEOE pide ayuda al apóstol para él y todos los empresarios

  • Santiago de Compostela.- El presidente de la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, pidió hoy la ayuda del apóstol Santiago "para todos los empresarios", y como quiera que "yo soy uno más", dijo, también lo hizo por sus negocios.

Santiago de Compostela.- El presidente de la patronal española, Gerardo Díaz Ferrán, pidió hoy la ayuda del apóstol Santiago "para todos los empresarios", y como quiera que "yo soy uno más", dijo, también lo hizo por sus negocios.

"Le pido -al apóstol- con humildad, soy muy creyente y además soy de esta tierra, mi padre era de Galicia. Le tengo un gran cariño y amor al apóstol. Hemos venido a pedirle por todos los españoles, por los empresarios y los trabajadores", explicó a los periodistas tras asistir a la misa del peregrino en la catedral de Compostela.

Antes, durante su invocación al apóstol, pidió que "en momentos de crisis como el que atraviesa España, nos ayudes a poner nuestros talentos al servicio de los parados, de los jóvenes que no pueden acceder a un empleo y de los empresarios que han sufrido el cierre de sus empresas, de los que no regatean esfuerzos para mantenerlas, de aquellos que lo han perdido todo".

Díaz Ferrán abogó por "un mañana en paz, libre de tribulaciones y sobresaltos" para España, de modo que "el legado" que los empresarios "dejemos para las generaciones venideras sea el de un trabajo bien hecho, en beneficio de la sociedad, y que les sirva de ejemplo en su camino por la vida".

"Que nuestro grano de trigo germine y podamos aliviar así la situación de tantas familias que se encuentran en dificultades", proclamó el presidente de la CEOE en su invocación al apóstol Santiago en una catedral repleta de peregrinos, que asistieron a la tradicional botadura del botafumeiro.

El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, aprovechó la presencia de Díaz Ferrán y del presidente de la patronal gallega, Antonio Fontenla, para recordar en su prédica que "las empresas son como las familias", en las que debe primar "el bien común, más allá de los beneficios del empresario".

Barrio hizo hincapié en que "la persona debe ser la referencia constante" en las empresas y no al contrario.

"No es persona para la empresa, sino empresa para la persona. No es persona para el trabajo sino trabajo para la persona", sintetizó.

Aunque se reconoció incapaz de aportar "soluciones" a la crisis, el arzobispo de Santiago de Compostela sugirió que, "por encima de las preocupaciones económicas y técnicas, las empresas deben orientarse por preocupaciones morales", porque "de las decisiones" que tomen éstas "saldrán beneficiadas o perjudicadas las personas".

Por eso insistió en que los empresarios deben "tomar como referencia la realidad de las personas, cuya dignidad -dijo- se debe tener siempre en cuenta, sobre todo cuando las circunstancias no son favorables".

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