El presidente de La Rioja pide al Apóstol restaurar los "consensos constitucionales"

Santiago de Compostela.- El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, ha pedido hoy ayuda al Apóstol Santiago para restaurar los "consensos constitucionales" y para "garantizar" la "libertad, igualdad y solidaridad" de los españoles en la construcción de un futuro próspero y de crecimiento.

Sanz asistió hoy en Santiago de Compostela a la misa del peregrino acompañado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, la vicepresidenta del Gobierno riojano, Arancha Vallejo, y el presidente del Parlamento de La Rioja, José Ignacio Ceniceros.

En su ofrenda al Apóstol, Sanz suplicó al patrón de España ayuda para "corregir" las "desigualdades" que impiden a los territorios gozar de las "mimas oportunidades" en su "desarrollo" y lograr así un crecimiento de las regiones "armonioso, equitativo y justo".

Además, invocó la intercesión del Apóstol para afrontar con "confianza" los "retos y desafíos" derivados por la crisis económica, especialmente para las familias y los jóvenes riojanos, y pidió ayuda al Santo en la creación de empleo.

Sanz, que pidió "protección" para los riojanos, aseguró que esta Comunidad Autónoma nació del Camino de Santiago, y agregó que el "destino" de La Rioja se asienta sobre los "cimientos" de las peregrinaciones.

En su súplica al Apóstol, describió a la Comunidad Autónoma riojana como una "tierra de acogida y lugar de encuentro" de los "miles de peregrinos" que cruzan el Camino Francés y la Ruta del Ebro, y destacó el orgullo de sus ciudadanos de "ser partícipes" del "marco de convivencia" creado en las vías de peregrinaciones.

Tras la intervención de Sanz, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, que agradeció la presencia de las autoridades riojanas, destacó de La Rioja los caracteres "nobles y sencillos" de "sus gentes", así como su naturaleza hospitalaria.

Barrio, que sostuvo que el Año Santo debe ayudar a "revitalizar" el espíritu religioso de la ciudadanía, pidió que en La Rioja, de la que dijo es cuna de la "palabra", "siga creciendo" el carácter espiritual.

Tras el tradicional abrazo al Apóstol, la comitiva se dirigió a las dependencias de la Xunta frente a la catedral compostelana, donde el mandatario riojano firmó en el Libro de Honor.

En declaraciones institucionales, Sanz, que trasladó a Galicia el "cariño" y el "afecto" del pueblo riojano, destacó los vínculos entre La Rioja y Galicia, "unidas por el Camino", y aludió al atractivo turístico de las peregrinaciones, con las que las dos Comunidades Autónomas desarrollan sus "raíces, tradiciones y costumbres", dijo.

El Camino, subrayó Sanz, permite el cultivo de "valores entre las personas", entre los que citó la solidaridad y la convivencia, y auguró que las vías de peregrinación fortalecerán a ambas comunidades.

Por su parte, Núñez Feijóo incidió en que el Camino es una "identidad compartida", que vinculó con la "visión polifacética" de sus gentes, y proclamó el "triunfo" de las vías de peregrinaciones en el "corazón" de la sociedad.

"El Camino triunfa en el corazón de los hombres porque no exige renunciar a ninguna personalidad propia, sino que propicia justamente lo contrario; un amalgama de ideas, un amalgama de pareceres donde es fácil sentirse a gusto", aseguró Feijóo.

Atribuyó el "éxito colectivo" de este Año Santo, que recordó rebasa las previsiones de afluencia de visitantes, al carácter espiritual del Camino, pues el hombre necesita "ideas", dijo, así como al "mimo" depositado por las Comunidad Autónomas.

Aseguró que Galicia y La Rioja disponen de un "legado insustituible" como el Camino y constató que las ideas jacobeas como la solidaridad "perduran, crecen y se renuevan", frente a actitudes insolidarias que conducen a la "frustración".

La niebla obligó esta mañana a desviar el vuelo en el que viajaba a Galicia la comitiva riojana, por lo que la Xunta reorganizó los actos programados inicialmente, si bien los representantes gallegos y riojanos acudieron puntuales a la misa del peregrino.