El presidente del Banco Europeo apoya endurecer las sanciones para los países con déficit excesivo

  • Bruselas.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se sumó hoy a las voces que exigen sanciones más duras para los países que incurran en un déficit excesivo y defendió que estas puedan llegar a suponer la suspensión de los derechos de voto de esos Estados en las decisiones de la UE.

El presidente del Banco Europeo apoya endurecer las sanciones para los países con déficit excesivo
El presidente del Banco Europeo apoya endurecer las sanciones para los países con déficit excesivo

Bruselas.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se sumó hoy a las voces que exigen sanciones más duras para los países que incurran en un déficit excesivo y defendió que estas puedan llegar a suponer la suspensión de los derechos de voto de esos Estados en las decisiones de la UE.

"Hay que considerar un espectro más amplio de sanciones financieras junto a sanciones no financieras y de procedimiento, como requisitos de información más estrictos o incluso una limitación o suspensión de los derechos de voto", dijo Trichet en una comparecencia ante el Parlamento Europeo.

El mensaje va en la misma línea del que expresaron la pasada semana los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión y del que ha venido defendiendo con fuerza la canciller alemana, Angel Merkel.

Se trata, en definitiva, de poner en marcha mecanismos que contribuyan a forzar a los Estados miembros a mantener sus cuentas saneadas y no incurrir en déficit superiores al 3 por ciento fijado como techo en el Pacto de Estabilidad.

En la actualidad ya están previstas las sanciones, pero la fuerza de los países frente a Bruselas nunca ha permitido una aplicación rigurosa de las mismas.

"En caso de incumplimiento, las sanciones se deben aplicar mucho antes y ser más amplias", insistió hoy Trichet, que defendió que los procedimientos se disparen de forma "casi automática" cuando un país viole lo pactado.

Además, se mostró a favor que se utilicen las sanciones "no sólo para los porcentajes de déficit excesivo, sino también cuando los países no están haciendo los suficientes progresos hacia los objetivos presupuestarios a medio plazo".

Para Trichet, Europa debe aprovechar la crisis para dar un "salto cuántico" en la coordinación y supervisión de las políticas fiscales de la zona euro.

En este ámbito, el presidente del BCE reclamó una supervisión "profunda" de los países que experimentan pérdidas de competitividad, como es el caso de España.

Para ello, consideró necesario un mecanismo "transparente y efectivo" que determine las vulnerabilidades con un análisis basado en una supervisión estricta por parte de la Comisión Europea y del propio BCE y defendió el envío de misiones y de recomendaciones políticas desde Bruselas para presionar a los países.

En su intervención ante los eurodiputados, Trichet aprovechó también para tranquilizar ante las voces que apuntan a un posible aumento de la inflación, algo que consideró rumores "totalmente infundados".

Según Trichet, la inflación en la eurozona podría registrar "ligeros aumentos" durante el segundo semestre del año, pero aseguró que la evolución de los precios se mantendrá moderada a medio plazo.

Además, dejó claro que el programa de compra de bonos estatales aprobado por el BCE no repercutirá en los precios, pues se han tomado medidas para evitarlo.

En este sentido, explicó que la institución no quiere inyectar liquidez en el sector bancario y que por ello efectuará una subasta de retirada de liquidez para neutralizar el efecto de su reciente compra de deuda pública e impedir así una subida de la inflación.

"No hay riesgos inflacionistas vinculados al programa", insistió.

Además, defendió esa compra de bonos como una decisión "independiente" del BCE y que no se tomó bajo presión política de los países, sino para garantizar la estabilidad de la moneda única.

Respecto a la evolución económica en Europa, Trichet apostó por un "crecimiento moderado" para los próximos meses.

Según aseguró, los últimos datos confirman las previsiones del BCE para este año, cuando espera un crecimiento de entre el 0,7 y el 1,3 por ciento.

Sin embargo, advirtió de que "es probable que la recuperación se mantenga irregular durante un cierto tiempo en función de las economías y de los sectores, en un clima de incertidumbre persistente y con tensiones en algunos segmentos de los mercados financieros".

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