El presidente del Banco Popular vuelve a pedir subir salarios

"El país tiene un claro problema de desigualdad, hay empleos buenos bien pagados y algunos malos. Se han ajustado costes despidiendo a gente que cobraba sueldos bajos. Empezamos a reaccionar cuando nuestro vecino ha caído tras tener un puesto razonable. Se ha hecho un ajuste enorme de costes laborales para equipararnos a Europa. Hay que mejorar la productividad y aumentar los salarios en trabajos más cualificados. La política de productividad debe reconocer vía salario las mejoras de productividad. Tenemos la mejor generación de jóvenes. Tendremos que subir salarios si mejoramos la productividad". Son las palabras del presidente del Banco Popular, Angel Ron, en una entrevista en la Cadena Cope con Carlos Herrera.

No es la primera vez que  el presidente de Banco Popular insta a las empresas a aumentar los salarios en línea con la productividad. Ya lo ha hecho en otras ocasiones, al igual que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o la Comisión Europea.Los expertos hablan ya de subir salarios

Rafael Pampillón, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, asegura contundente que los salarios deben subir vinculados a la productividad. Señala que el problema era cuando los salarios crecían por encima de la productividad, por ejemplo en el momento de la burbuja inmobiliaria. "Eso aumentaba nuestros costes y nos hizo perder mucha competitividad", asegura.

"Hay que remunerar según la productividad y pasar de una cultura del salario fijo a otra que contemple una parte variable. Esta parte variable debe vincularse a la productividad y debe haber fórmulas claras y controlables".

Aclara que no se trata de aumentar los salarios con la productividad de la empresa, sino que se pueda medir el comportamiento laboral del trabajador. "Hay una parte variable que no se debe vincular a otros factores como pueden ser los beneficios de las empresas, que pueden aumentar o disminuir por factores diferentes a los esfuerzos de los trabajadores o de un trabajador concreto", advierte.Tener trabajo fijo a veces no es lo mejor

"Tener un sueldo fijo es bueno, porque da tranquilidad, pero para la economía no es tan bueno. Cuando un trabajador es consciente de que con independencia de lo que se esfuerce va a tener garantizada una subida, bajada o una congelación se reduce el esfuerzo personal", señala.

"Aunque el salario variable introduzca mayor inseguridad garantiza mayor esfuerzo y más productividad", concluye.Competitividad y salarios deben ir ligados

Por su parte, Javier Morillas, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, asegura que las cuestiones de salarios dependen de los acuerdos de los trabajadores y las empresas. "Y tanto unos deben tener la suficiente responsabilidad como para buscar el mejor equilibrio entre el salario mayor posible y la mayor competitividad de la empresa. Ahí tenenos a gobiernos (Venezuela, Cuba, Corea del Norte,...) fijando salarios y no salen del atraso económico", asegura.  

Respecto a cómo se debería hacer, señala que debería ser de forma individual, empresa a empresa. "Si la empresa está exportando, invirtiendo, ganando mercado en el interior y competitividad será porque la situación ha mejorado y entonces es el momento de hacerlo".

Admite que en algunas empresas puede haber llegado el momento y en otras si se fuerzan subidas salariales pueden volver a llevar a la empresa a la quiebra y a incrementar de nuevo el desempleo.Los salarios son claves para atraer el talento

Por su parte, Andreu Cruañas, presidente de Asempleo, la asociación que agrupa a las empresas de trabajo temporal, asegura que durante la crisis los salarios han hecho un gran esfuerzo de moderación. Señala los salarios son claves para atraer talento a las empresas, para reactivar el consumo y para introducir productividad en el mercado de trabajo.

Para acabar con la inestabilidad laboral, Cruañas asegura que hay dos elementos: la empleabilidad -a través de la formación y la orientación profesional- y los salarios.

"Hay sectores en los que ya se pueden subir los salarios, en los que hay elevados índices de productividad. Dónde se pueda, hay que subirlos", añade.

"Es la asignatura del año que viene. Hay que seguir creciendo en términos cuantitativos, pero también cualitativos, de lo contrario habría disfunciones", asegura.Ron reitera que las ayudas han ido a las cajas

Ron se ha posicionado también en contra de algunos mantras que siguen funcionando entre la opinión pública: "Nosotros hemos salido de esta crisis pavorosa sin ayudas públicas. Hemos repartido beneficios, la recuperación toma forma, este banco está especializado en pequeñas y medianas empresas y profesionales. También tenemos una base en ahorros de las familias, lo que estamos recogiendo es el apoyo a estas empresas en los peores años de la crisis, pero ahora estas están en mejor posición.

Durante lo peor de la crisis las perspectivas económicas eran malas, pero también las perspectivas particulares. La constricción sobre la liquidez era enorme, había que ser prudente a la hora de dar créditos. Mantener la actividad con las PYMES eran claves. Tuvimos que hacer esfuerzos de capital.

Seguimos teniendo deuda alta, paro excesivo, debemos reindustrializar el país, pero lo peor ha pasado. Se han corregido desequilibrios, teníamos un problema agudo de productividad. Cuando las cosas van mal se destruye empleo y cuando van bien se llenan las empresas de trabajadores de cualificación baja. Se ha hecho un ajuste enorme y la mejora de la productividad. Necesitamos trabajos de más calidad a los que pagarles más. Relajarse en el control del gasto sería fatal

"Tenemos una enorme deuda pública y privada. El relax en las políticas de ajuste sería desvastador, la desconfianza de los acreedores sería inmediata", señala Ron.

En cuanto a Cataluña es más cauto: "Yo no estoy en condiciones de darle consejos a los colegas. Las entidades que tienen sede en Cataluña ya han dicho que son españolas. Todas tienen libertad para cambiar su domicilio. El tema catalán provoca una gran inestabilidad jurídica. Es un reto para el próximo gobierno. Hay que desilusionar a los que apuestan por romper el país", concluye.

En cuanto al malestar por las ayudas a la banca, Ron es rotundo: "Una de las cosas más fáciles es atacar a la banca. El daño al sector ha sido evidente. En general los bancos han superado la crisis sin ayudas, han sido las Cajas de Ahorro las que la han necesitado. El problema ha sido el modelo de las Cajas porque se usaron de forma torticera, poniendo en riesgo al resto del sistema. No hemos sido conscientes del daño que nos ha provocado la petición de ayudas. Las exigencias ahora sobre las entidades son brutales y eso puede ser un freno a la recuperación. La reestructuración del sistema financiero ha sido brutal. De 55 a 14 y solo 6 con implantación nacional. Ahora la banca es solvente y tiene liquidez, otra cosa es la rentabilidad. Con los tipos de interés ahora las palancas de beneficios es hacer recortes. Habrá más fusiones", sentencia.