El primer congreso de Gaudí descubre las raíces musulmanas del arquitecto

  • El primer Congreso Científico Mundial sobre Gaudí ha descubierto las raíces musulmanas y norteafricanas de la obra del arquitecto modernista, en una jornada en la que la Universidad de Barcelona, anfitriona del evento, anuncia la creación de una cátedra Gaudí, que tendrá su sede en la Colonia Güell.

Barcelona, 6 oct.- El primer Congreso Científico Mundial sobre Gaudí ha descubierto las raíces musulmanas y norteafricanas de la obra del arquitecto modernista, en una jornada en la que la Universidad de Barcelona, anfitriona del evento, anuncia la creación de una cátedra Gaudí, que tendrá su sede en la Colonia Güell.

Un centenar de expertos participan desde hoy y hasta el día 10 en este congreso, en el que se presentarán 40 ponencias y otras tantas comunicaciones, que se reunirán en una publicación.

Una gran parte de las ponencias se centran en la Colonia Güell, recinto obrero industrial que se ha conservado intacto y que los especialistas consideran "el laboratorio donde Gaudí ensayó la Sagrada Familia", ha explicado hoy la vicerrectora de Cultura de la Universidad de Barcelona(UB), Lourdes Cirlot.

En la segunda jornada del congreso, Anton Lyubimkin, de la Universidad de Moscú, presentará mañana un vídeo en 3D de la reconstrucción de la inacabada iglesia de la Colonia Güell, a partir de los datos recogidos en los últimos treinta años.

En nombre del comité organizador del congreso, Pere Jordi Figuerola, conservador del Arzobispado de Barcelona, ha subrayado que este congreso supone, "por fin, el reconocimiento a Gaudí, único arquitecto del mundo con ocho edificios en el catálogo del patrimonio de la humanidad de la Unesco, y es una puesta al día".

Entre los expertos en el arquitecto, figura Christiane Crasemann, viuda de George Collins, que fueron pioneros en los 50 de difundir la obra de Gaudí en el mundo anglosajón y cuyos libros no se han traducido ni al castellano ni al catalán.

Para Crasemann, la arquitectura de Gaudí hunde sus raíces en la España medieval dominada por los árabes, quienes "introdujeron en la península las matemáticas y los estudios de geometría, y eso se trasladó a los edificios construidos en la época mudéjar, punto de partida de las bóvedas catalanas".

En la misma línea, el arquitecto y escritor japonés Tokutoshi Torii, catedrático de la Universidad de Kanagawa y uno de los principales especialistas en Gaudí en todo el mundo, ha señalado que el arquitecto catalán "tuvo conocimiento de edificios como la Alhambra, aunque el punto de partida fueron los escasos grabados que existían en su época, por lo que tuvo que ejercitar su imaginación".

Según Cirlot, el estudio de Gaudí acumula "cien años de retraso, desde que Walter Gropius visitó Barcelona y no se atrevió a hablar con Gaudí, encerrado en su taller, pero a su vuelta a Alemania envió a estudiantes de la escuela Bauhaus a conocer su obra y al arquitecto".

La vicerrectora ha aprovechado la ocasión para reivindicar la figura de su padre, Juan Eduardo Cirlot, que fue el primero que en la posguerra "advirtió que la arquitectura gaudiniana tenía mucho que ver con las fuentes musulmanas y las arquitecturas de barro del norte de África, y eso se comprobó después cuando se supo que Gaudí estuvo en el norte de África con las misiones".

Otras ponencias abordan la huella de Gaudí en el mundo, con edificios nuevos inspirados en su obra en Qatar o en Shangai, un tema que aborda Alejandro Aguilera González, de Lomas de Santa Fe, México.

Gaudí no sólo deslumbró a Gropius, el artífice de la Bauhaus, sino también a Le Corbusier, adalid de la arquitectura racionalista, quien dibujó viviendas sociales inspirándose en las soluciones técnicas novedosas del autor de La Pedrera y la Casa Batlló.

Salvador Dalí, que se convirtió en el gran defensor de Gaudí, recibió ataques furibundos del movimiento racionalista GATCPAC, por considerar que con su postura traicionaba la vanguardia.

Figuerola ha hablado de la necesidad de "establecer un corpus de los materiales utilizados por el arquitecto para que en el futuro se puedan realizar restauraciones correctas de sus edificios, porque Gaudí era un genio que utilizaba materiales especiales".

La Universidad de Barcelona espera que con la creación de la cátedra Gaudí no sólo haya más estudiosos que se dediquen a la investigación gaudiniana a través de tesis doctorales, sino que sirva de plataforma para recibir donaciones de archivos documentales relacionados con el arquitecto del parque Güell.

La cátedra Antoni Gaudí estará subvencionada por patrocinadores externos con 30.000 euros anuales cada año.

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